Arranca otra semana complicada para mercados amenazados por la volatilidad que provocan las políticas de Trump
Los operadores rechazan la estrategia de fijar cada vez más aranceles y alertan sobre el riesgo de recesión.
Los operadores rechazan la estrategia de fijar cada vez más aranceles y alertan sobre el riesgo de recesión.
Los mercados arrancarán otra semana amenazados por la volatilidad que generan los aranceles aplicados por el presidente norteamericano Donald Trump, con analistas y operadores alertando que pueden provocar una recesión global.
A esto se suman renovados temores sobre un alza de la inflación en Estados Unidos provocada por el mayor cierre de la economía.
En el caso de la Argentina, la volatilidad global golpea más a las acciones que a los títulos de deuda.
La decisión del gobierno de enviar al Congreso un decreto de necesidad y urgencia para avanzar en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional fue bien recibida por los mercados.
En la última semana, los bonos operaron con caídas de entre 1,8% y 2,6%, y esto llevó a una suba del riesgo país, que quedó en la zona de los 737 puntos.
El acuerdo con el Fondo incluye un programa de Facilidades Extendidas a diez años de plazo, con cuatro años y medio de gracia.
En el mercado crecen las lecturas de que el acuerdo con el FMI incluirá unos US$ 8.000 millones en fondos frescos y otros US$ 12.000 millones en refinanciación de pagos.
Así, el acuerdo alcanzaría en total los US$ 20.000 millones y aliviaría los pagos al FMI durante el resto del mandao de Javier Milei.
Los fondos frescos que lleguen serán destinados a cancelar Letras Intransferibles del BCRA por parte del Tesoro.
La lectura de los analistas es que al menos hasta las elecciones el gobierno no modificará las restricciones cambiarias, según analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
El debate entre los agentes del mercado es qué activo financiero podría verse más beneficiado, es decir, si los bonos o las acciones.
Las acciones vienen teniendo una inferior performance que los bonos en las últimas semanas.
Para Balanz, los bonos pueden tener una mejor performance de cara a un acuerdo final con el FMI.
Dado que Trump plantea seguir avanzando en su guerra comercial, es esperable que también que la volatilidad haya venido para quedarse.
Para el equipo Research de Puente agregó que las acciones, sobre todo las bancarias, tienen mucho más potencial alcista en el evento de un acuerdo.
Según Gustavo Araujo, Head of Research de Criteria, la estabilidad macroeconómica observada en 2024 impulsó el mercado de obligaciones negociables doméstico, reflejado en un crecimiento sostenido de nuevas emisiones y una mejora en la liquidez y demanda.
De cara a 2025, proyectan que esta tendencia se fortalecerá, impulsada por un entorno más estable y una mayor sofisticación en las estrategias de financiamiento corporativo.
“Mantener la disciplina fiscal es clave para anclar las expectativas inflacionarias y evitar episodios de volatilidad cambiaria que encarezcan el financiamiento en pesos y dólares, facilitando así un mayor acceso al crédito para el sector privado”, indicó Araujo.
Adicionalmente, un acuerdo satisfactorio con el FMI que garantice estabilidad macroeconómica en el corto y mediano plazo podría impulsar los activos argentinos y reducir el riesgo país, facilitando el acceso del soberano a los mercados internacionales.
Esto generaría un entorno favorable para la emisión de nuevos instrumentos de deuda corporativa, especialmente si se acompaña de señales políticas que brinden previsibilidad económica, en un año electoral.
Por su parte, la presidencia de Trump con políticas comerciales proteccionistas plantea además desafíos regulatorios para sectores estratégicos en el país, como es el caso del energético en el desarrollo de Vaca Muerta.
De cara al cierre del primer trimestre, 2024 fue un año clave para el mercado de obligaciones negociables.
Se registraron 252 nuevas emisiones, un 40% más que el año anterior, con un volumen total de US$ 13.126 millones, lo que representa un crecimiento interanual del 78%.
Este nivel de emisiones es el más alto de la última década, reflejando una mayor expansión del financiamiento corporativo, impulsada por una macroeconomía más estable y un aumento del crédito al sector privado como motor de crecimiento hacia 2025.
Según Criteria, el sector energético seguirá siendo clave para sostener un superávit elevado en 2025.
En enero, aportó un saldo comercial positivo de US$ 678 millones, impulsado por un crecimiento del 23,7% en las exportaciones y una caída del 32,5% en las importaciones.
“Esperamos que en 2025 la dinámica de emisión de obligaciones negociables mantenga la solidez observada en 2024”, señaló Araujo.
En este contexto, Criteria desarrolló un sistema de calificación para emisores de bonos corporativos, evaluando a 18 empresas en función de su solvencia, liquidez, rentabilidad y apalancamiento.
“Este sistema proporciona una visión estructurada de la solidez financiera de cada emisor y asigna una calificación global de preferencia para cada obligación negociable en función también de su calificación de riesgo y su liquidez en el mercado, resultando una herramienta fundamental para los inversores”, indicó.
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