La comuna publicada sostiene que “el mini RIGI” pampeano “está enfocado en energías renovables, servicios basados en el conocimiento y también la ampliación de la oferta de productos agroindustriales, todo con vistas a la exportación y la generación de empleo local”.
“Desde hace varios años la provincia de La Pampa tiene como horizonte lograr que la actividad económica y la generación de empleo extiendan los límites mucho más allá de la tradicional producción agropecuaria, basada en el sector ganadero y la producción de cultivos extensivos. Y para ello, puso a disposición del sector privado una batería de incentivos tributarios, pero también regulatorios y financieros para atraer nuevas inversiones”, explica Boyadjian.
Agrega que “en una Argentina hoy atravesada por recortes del gasto público y el cierre de las cuentas fiscales como premisa innegociable, el programa de incentivos se apalanca en instrumentos del Banco de La Pampa, por cierto el agente financiero de la provincia”.
“Pero el dato relevante es que se desarrolla con un criterio de articulación público-privada, orientada a la inversión, la mayor producción y la colocación de bienes locales o prestación de servicios al exterior, para generar divisas y empleo en la provincia”, aclara.
Recuerda que “la Agencia IComex La Pampa de inversión y comercio exterior, se creó a fines de 2020 y está operativa desde febrero de 2021, con el fin de potenciar la producción y las exportaciones de empresas volcadas al comercio exterior, pero también impulsar a las que aún no habían intentado hacer su primera exportación”.
“El objetivo fue y es muy ambicioso, pero ya ha dado muestras de que puede lograr avances concretos. En la provincia funcionan 19 parques o áreas industriales, incluidas dos importantes en Santa Rosa y Gral. Pico, además de la Zona Franca de Gral. Pico (ZFGP), que exime del pago de impuestos aduaneros a productos importados o exportados desde allí, incluidos los cuestionados derechos de exportación”, destaca.
Añade que “en la ZFGP y los parques industriales se han instalado empresas que prestan servicios basados en el conocimiento, algunas que hacen software factory, fintech, servicios de consultoría, auditorías para otros países y hasta capacitación empresarial”.

Diversificación

La nota explica que consciente de la dependencia del sector primario y las divisas que generan las exportaciones de carne vacuna, que representan el 70% de las exportaciones de la provincia, y la participación también de los granos, desde el gobierno pampeano se propusieron diversificar la matriz de producción. Y apuntaron en primera instancia a energías renovables y servicios basados en el conocimiento.
“Hoy varias provincias tienen alguna actividad para promover inversiones, pero en La Pampa impulsamos una fuerte articulación público-privada, hay una diferencia entre lo que estamos haciendo y lo que tradicionalmente se planteaba”, asegura Sebastián Lastiri, director Ejecutivo de la Agencia IComex La Pampa.
En esa misma nota, Lastiri resumió las principales líneas de acción de la Agencia, que van desde la asistencia a empresas para participar en ferias internacionales sectoriales, ferias inversas, inteligencia comercial para detectar oportunidades de exportación y vincularlas con destinos demandantes, el desarrollo de proyectos de energías renovables y el incentivo a empresas del sector de servicios basados en el conocimiento.
Los programas de la agencia “nos están dando resultados para lograr la radicación de empresas que impacten en el desarrollo local”, remarcó Sebastián Lastiri. En 2023 La Pampa sumó exportaciones por 212 millones de dólares, un número que pareciera bajo para una provincia mediana, y que hoy cuenta con apenas 45 empresas exportadoras, entre todos los rubros.
Los beneficios para las nuevas inversiones incluyen créditos blandos para proyectos privados, créditos a tasa subsidiada para proyectos estratégicos para la provincia -hasta 2023 la tasa subsidiada era por sectores-; un sistema de créditos fiscales que permite tomar la nómina salarial (contribuciones patronales), con formulario 931 al día, como pago de impuestos provinciales por 5 y hasta 10 años, dependiendo del proyecto; y un fondo de garantías públicas (Fogapam) para pequeñas y medianas empresas, “una especie de SGR porque nos costaba llegar a las empresas que no calificaba para el crédito bancario”, explicó Lastiri.
“Las últimas instalaciones fueron cuatro empresas en 413 hectáreas para cultivar frutos secos y el desarrollo de la vitivinicultura, con destino al mercado interno pero también con perfil exportador”.
“Para eso se ofrecen créditos blandos y facilidades para la compra de tierras con acceso a agua, un paquete de incentivos fiscales, el costo del agua bonificado por 5 años, viviendas en Casa de Piedra para los trabajadores contratados, y ya está en curso la construcción de una bodega de 2200 m2 y capacidad de procesamiento de 350.000 litros por temporada, entre otros beneficios” concluyó.