El riesgo país -que mide JP Morgan- arrancó el martes a la baja y llegó a operar en torno de los 895 puntos. Sin embargo, la repentina baja de los bonos argentinos arrastró al indicador, que terminó el día en 933 puntos, 19 unidades por encima del valor del lunes.
No obstante, en octubre el riesgo país acumula un retroceso de 357 puntos básicos, de la mano del alza de entre 11% y 18% acumulada por los bonos argentinos en dólares. El optimismo también se contagió a las acciones locales que operan en Wall Street, que llegan a anotar aumentos de 30% en sus cotizaciones.
La reducción del indicador es celebrada por el gobierno de Javier Milei, dado que el propio Presidente remarca que es reflejo de la solvencia fiscal y del déficit cero.
El riesgo país mide el costo de financiamiento para la Argentina si el Gobierno se propusiera colocar deuda en el exterior. La base del cálculo es la tasa de los Estados Unidos, que la Reserva Federal bajó en septiembre. A eso se añade un margen calculado a partir de las tasas que pagan actualmente los bonos locales.
El acercamiento que le dio el Fondo Monetario Internacional (FMI) al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo; la posibilidad de que China refinancie el swap; el ingreso de dólares por del blanqueo de capitales; las conversaciones con los bancos por un eventual crédito; y las proyecciones de una inflación a la baja son las claves para el comportamiento positivo del mercado.
La baja en el indicador del JP Morgan está directamente relacionada al aumento en las cotizaciones de los bonos de la deuda argentina. Por eso, cuando la deuda local pasó de números verdes a rojos de hasta 2,5%, el riesgo país revirtió la baja que había logrado al comienzo de la rueda.
Con un riesgo país en estos niveles, los analistas consideran que el descenso abrupto puede estar cerca de moderarse. Desde la consultora Outlier remarcaron: “Aunque no descartamos un escenario de 750-800 de riesgo país, entendemos que dado el recorrido hasta aquí, una lateralización o ajuste es un escenario de no baja probabilidad”.
Los analistas esperan que el Gobierno emita deuda en 2025 y el proyecto de Presupuesto 2025 indica que hasta un 18% de los títulos públicos a colocar en el próximo ejercicio podrían ser en moneda y jurisdicción extranjera. Por eso, es fundamental que haya una compresión de ese indicador. El objetivo del Gobierno es que el índice vuelva a las tres cifras, de modo de hacer más factible un regreso de la Argentina a los mercados internacionales de deuda.
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