En el argot popular, especialmente en el idioma español y latinoamericano, la frase fue popularizada como “Entre Gallos y Medianoche”, y su significado refiere a: “cuando una o varias personas están tramando algo a escondidas y lo hacen en un ambiente poco claro o visible y hasta probablemente en horas inapropiadas donde hay poca gente (muchas veces en la madrugada) para utilizar medios un tanto fraudulentos, con el fin de lograr salirse con la suya y que otras personas que puedan salir afectadas, tengan pocas posibilidades de hacer algo al respecto”.

Estos son los movimientos que se perciben en los escenarios políticos que se van armando tanto en Nación como en provincias. Es, sintéticamente hablando, una forma con mucho de trampa y falta de escrúpulos, de los que están peleando a meses de las elecciones de medio término, por lograr ubicarse en los lugares del poder.

El tema es para el análisis nacional. Los dimes y diretes, son tapa de la mayoría de los medios periodísticos, programas de streaming y los cruces en las redes sociales, convertidas en la herramienta más rápida para denostar, ensalzar, acusar, armar las “fake news”, entre otros mecanismos que hoy son los que cuentan para que la sociedad, o parte de ella, siga engañada.

Mal que le pese a muchos, nos estamos acostumbrando a esta zaga de “Ver quién miente mejor”. La realidad indica que la búsqueda de colarse en las enredadas madejas del mando que facilitan accesos a suculentos “emolumentos” (remuneración y una serie de beneficios adicionales que recibe un empleado como retribución por su trabajo o por el desempeño de un cargo, especialmente en el ámbito público) son objetivos del presente.

En la provincia de La Pampa, el “barullo político” es importante y, si bien trascienden solo algunos de los “entredichos”, en todos los sectores se está jugando a “full”.

Ya no es patrimonio del peronismo en las variadas expresiones, radicalismo, PRO, Comunidad Organizada, Mofepa y LLA. Todos están moviendo las piezas que les asegure seguir estando en algún escenario.

La debilidad manifiesta del PRO se percibe con demasiada claridad. Volvió al ruedo -del que nunca se fue, solo se alejo de las llamaradas para no quemarse-, Carlos Javier “Colo” Mac Allister, quien se supone enfrentaría -si es que no le sale lo de YPF- a Martín Maquieyra.

Ellos, cada uno por su lado, están pensando con quiénes hacen “rancho aparte” y suman votos para tener chances en este 2025 y armar estructuras para el 2027.

El radicalismo parece centrarse en los manejos del legislador provincial Poli Altolaguirre, que ha venido tomándole la temperatura al oficialismo, en un manejo para cual contó con el aporte de Comunidad Organizada y restantes partidos opositores y logró su objetivo de ser un escollo para que el gobierno provincial pudiera lograr normas que le hubieran permitido un desahogo en sus finanzas.

Pero todo lo que “brilla no es oro” e internamente tienen frentes que no coinciden con sus operaciones, más allá que el intentar mostrar, puertas afuera, que lograron su objetivo: impedir.

Quien opera en las “sombras”, según su estilo y forma de actuar, es Comunidad Organizada -que responde a Juan Carlos Tierno-. Muchos sectores sobre quienes pueda recostarse no le quedan e ir solo le podría restar algún voto a otros sectores, pero sus aspiraciones naufragarían por ausencia de poder propio.

También el peronismo y sus facetas diferenciadas tienen lo suyo. Si se diera crédito a todas las “fake news” que salen a operar la opinión pública, habría un enorme desconcierto, en tanto figuras que alcanzaron posicionamientos relevantes en el concierto provincial hoy podrían estar negociando a varias puntas, una de ellas la que esta relacionada con viejas amistades, hoy acuerdistas políticos del mileismo.

En algún momento se podrá contar con datos precisos y no habrá que hacer reservas de los nombres -por lo menos eso nos han asegurado- pero fiel a no revelar las fuentes, seguiremos esperando.

Reuniones y charlas telefónicas existen, pero como decía un viejo conductor de la política: “Son charlas entre amigos”... ¿Habrá que creerle, o no?. Bueno, Ud. sabrá estimado lector.