JUEVES 13 de Marzo de 2025
 
 
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Era un chupetín...

Parecía demasiado que los elogios del FMI fueran el fundamento de comenzar a darle la mano a la Argentina, sin mayores condicionamientos que los que había realizado en los últimos meses.

Tanto el presidente Javier Milei, como el ministro de economía Luis “Toto” Caputo -este con menos entusiasmo- señalaban que las reuniones sostenidas habían resultado positivas y que nos encaminábamos a otras prestaciones monetarias que brindarían el equilibrio que hoy -indiscutiblemente- no tiene nuestro país.

Se mejora la inflación es cierto. Se logró superávit fiscal, otra realidad, pero no se puede soslayar que esto ocurrió a costa de regulaciones, recortes, ajustes y cierre de áreas gubernamentales tal como está ocurriendo en estos días, cuando pusieron en funcionamiento la “motosierra” estatal, buscando mantener números positivos en las cuentas del Estado.

En el reciente periplo estadounidense que realizara el presidente libertario y funcionarios de diversas áreas, se procuró alcanzar, en reuniones con autoridades del fondo Monetario, acuerdos para enfrentar un año que se supone resultará extremadamente difícil.

De alguna manera el relato oficial se circunscribía a mostrar complacencia por los avances obtenidos y hablaban de promesas de préstamos que respaldarían las débiles reservas que tenemos en el Banco Central.

Pero todo eso contado y celebrado, era pura formalidad y parte de la diplomacia que ejercen las autoridades de la entidad de prestamos internacionales.

Ahora, con la hora de la verdad, aparece la portavoz del Fondo Monetario, Julie Kozack, quién no dejó de reconocer el plan económico, pero señaló que hay “desafíos pendientes”. Luis Caputo había descartado que se negocie una devaluación o una salida inmediata del cepo. Y eso ahora esta por verse.

El FMI dio a conocer que la negociación con el Gobierno argentino tiene continuidad a la distancia, en procura de poder establecer las pautas de un acuerdo nuevo que contemple financiamientos como los que indicaron las autoridades argentinas que se había avanzado en esta dirección.

No obstante no se dieron a conocer detalles sobre si está en discusión un salto cambiario o una salida rápida del cepo, dos temas que el titular del área económica argentina Caputo, había intentado descartar en sus encuentros periodísticos, pero que ahora no sería tan así como lo relató.

La portavoz del organismo, Julie Kozack, informó: “Se siguen manteniendo conversaciones constructivas y frecuentes” y agregó que “para mantener los avances iniciales” (en términos de mejoras macroeconómicas), “existe un reconocimiento compartido entre el personal del FMI y las autoridades argentinas sobre la necesidad de seguir adoptando un conjunto coherente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias, al tiempo que se avanza en las reformas que fomenten el crecimiento”.

Una manera elegante de dec ir “Si pero no”. Hay un camino que recorrer y los técnicos del Fondo, sostienen que: “Si bien las cuestiones ‘macroeconómicas’ parecen estar bien, transitando caminos de recuperación, la microeconomía y otras circunstancias que hacen al mercado financiero y comercio-productivo, hay que ajustarlo para que los resultados sean lo que se requiere”.

El equipo especializado del FMI sostuvo que: “Para allanar el camino hacia la recuperación del acceso a los mercados será necesario adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, una mayor flexibilidad cambiaria y un papel más significativo de la política monetaria”, que debe adoptar el gobierno argentino.

Esto es realidad, lo anterior fue relato. Las circunstancias de estar soportando una crisis de la cual aún no hemos salido y no resultaría tan fácil sortearla, es un suceso indiscutible, pese a las explicaciones y tecnicismos que desde diferentes ámbitos del gobierno libertario, se intenta transmitir a la ciudadanía.

Chupetín, espejitos de colores, una actitud complaciente no parecía ser la habitual estrategia del FMI. Si por supuesto es parte de los mecanismos que utiliza el gobierno libertario para decirle a los argentinos que todo va sobre ruedas.

Esta versión de éxitos queda desvirtuada cuando se sabe que siguen aplicando cierres a estructuras de gobierno. Que ratificarían el achicamiento y restarle fondos al CONICET, que con la apertura de las importaciones para determinados rubros pusieron en riesgo la subsistencia de numerosas PyMEs que no tienen espaldas para competir con producción similar de países limítrofes y del primer mundo.

Esto sin mencionar quebrantos y pedidos de acogerse concursos para ver si es factible reacomodar sus economías, pone de manifiesto que seguimos en estado de alto riesgo. No es el momento de celebrar, porque no existen motivos.

Reiteramos, el relato como la mentira tiene “patas cortas” y hoy con la inmediatez de los medios de comunicación y redes sociales, todo queda en evidencia.

La verdad es el mejor camino y eso nos ayudara a superar los futuros inconvenientes.

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