Fin de la mala racha para Tomás Etcheverry. Después de cuatro derrotas en fila a nivel ATP, el argentino sacó un partido complicadísimo y festejó en Monte-Carlo.
Fue 4-6, 6-1 y 6-4 de Etcheverry frente al durísimo francés Corentin Moutet, surgido de la qualy, para meterse en segunda ronda. El galo apeló a todos sus recursos y ductilidad pero no pudo con la potencia y velocidad de pelota del albiceleste.
En 2 horas y 20 minutos, el platense logró cortar la mala racha que incluía derrota en Santiago, Indian Wells, Miami y Houston, más allá de un festejo en el Challenger de Punta Cana. De hecho, las últimas tres caídas fueron en sets corridos. Ahora espera el español Alejandro Davidovich que pudo con Ben Shelton. De esta manera, habrá dos argentinos en segund ronda. Porque Francisco Cerúndolo venció a Fabio Fognini el lunes y será el rival del español Carlos Alcaraz, segundo cabeza de serie.
Báez no pudo trasladar su buena adaptación a la superficie
No pudo pasar la página el argentino Sebastián Báez (33) que el último fin de semana cayó en la final del ATP 250 de Bucarest. Cedió en el debut en el Masters 1000 de Monte-Carlo con Tomas Machac (21): 3-6, 6-3 y 6-2 en una hora y 56 minutos. Afianzado como un especialista sobre polvo de ladrillo, tenía una buena chance y el primer set así lo respaldaba: 6-3 con signos de su mejor tenis. No pudo mantener aquel ritmo y se le escurrió el segundo parcial por el mismo marcador.
Ya para el tercero la paridad duró apenas cuatro games y el primer desnivel inclinó definitivamente la balanza para el europeo que se adueñó del match por 6-2. Proclamado en Río de Janeiro y subcampeón en Santiago y en el torneo rumano durante la vigente temporada, el bonaerense nunca había jugado contra el de Beroun, reciente ganador de su primer título en el Tour, en Acapulco al remontar contra el español Alejandro Davidovich Fokina (42). El siguiente rival del checo será nada menos que Alex de Miñaur, octavo sembrado.
La debacle de Zverev
Muy lejos quedó la final del Australian Open para Alexander Zverev (2 ATP), quien desde esa gran performance en el primer Grand Slam del año, donde cayó en el partido decisivo ante Jannik Sinner (1), apenas ha logrado ganar seis partidos y desaprovechó una inmejorable chance de ser el líder del ranking. La suspensión por un doping positivo de Sinner a mediados de febrero, le daba la posibilidad al teutón de superarlo, siempre y cuando tuviera un rendimiento acorde a su estatus de jugador de élite. Sin embargo, estuvo muy lejos de esto y la reciente derrota en la segunda ronda de Monte-Carlo, terminó de reafirmar al de San Cándido en la cima hasta su vuelta en mayo, pese a que apenas disputó un torneo en el año.
La presión parece haberle jugado una mala pasada a Sasha, quien en los últimos seis certámenes, sumó la misma cantidad de victorias y apenas 310 puntos, con el agregado de que ninguno de los festejos fue ante un top y siendo siempre el primer preclasificado. Tras su paso en Australia, hizo su debut absoluto en la gira sudamericana, derrotando a Lajovic en el Argentina Open, pero cayó en la siguiente instancia con Francisco Cerúndolo. En Río de Janeiro acumuló alegrías ante Yunchaokete y Shevchenko, para luego tropezar ante Francisco Comesaña. En Acapulco se estrenó con triunfo ante Arnaldi, aunque no pudo seguir avanzando por la derrota a manos de Tien.
Luego reaparecieron las grandes citas en el calendario de la mano de Indian Wells y Miami, pero no hubo mejora. Sufrió a Griekspoor en California y si bien festejó en La Florida frente a Fearnley y Thompson, Fils le mostró la puerta de salida en octavos. Finalmente, Zverev inició en Mónaco la gira europea de polvo de ladrillo y se topó con un nuevo revés: Berrettini lo venció en el debut.




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