Era de esperarse que los tironeos en los diferentes escenarios de la política tanto nacional como provinciales fueran increscendo, en razón de las diferentes situaciones que se plantean desde el punto de vista legislativo, de donde surgirá -si se realizan las extraordinarias- la aprobación de los proyectos enviados por el Poder Ejecutivo.
Una de las piezas fundamentales es el proyecto de Ficha Limpia. Hoy negociada con sectores del PRO que están pidiendo que para apoyarla requieren se incorpore para su tratamiento el Presupuesto 2025.
Es difícil a esta altura suponer que el presidente Javier Milei acepte de buen grado exponerse a perder las prerrogativas que hoy le otorga, con algunas limitaciones pero facultades abiertas, la aplicación de las partidas que estructuradas están en la extensión del presupuesto 2023.
Algunos sectores opositores que se han mostrado dispuestos a dialogar, hoy ponen de por medio, para sentarse a la mesa de las negociaciones y acuerdos, que se brinden seguridades a sus reclamos. Tal es el caso de Miguel Angel Pichetto, presidente del bloque Encuentro Federal, que manifestó que no se hará presente en la Casa Rosada, donde el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, invitó a los jefes de los bloques de diputados con los que tiene mejor sintonía: Cristian Ritondo, del PRO; Rodrigo de Loredo, de la UCR; entre ellos a Miguel Ángel Pichetto.
Lo díscolos entienden que la famosa “luna de miel” con el presidente libertario ha llegado a su fin y, sin que esto constituya un frente opositor cerrado, pretenden tener voz y voto en las decisiones futuras del gobierno, en donde se requerirán las mayorías legislativas.
Si algo ha constituido un comportamiento que marcó claramente cuál es la actitud del presidente Milei, hoy los escenarios de conflicto no solo se están mezclando sino que se autodestruyen por las divergencias internas de los sectores que “atomizados” están a la deriva esperando la “ambulancia mileista”.
Este encuadre involucra -aunque en menor medida- la gestión de la Cámara Alta, en donde se está librando otro tipo de enfrentamientos donde tiene un principalísimo rol protagónico la vicepresidenta Victoria Villarruel. Quien cada vez se distancia más de la Libertad Avanza y de la figura presidencial, buscando reformularse en una fuerza política a futuro.
También en el Senado el internismo está que “echa fuego por todos lados”. El abandono de Luis Juez -el verborrágico cordobés, presidente del bloque PRO, que acaba de anunciar que se bajará de su cargo para inscribirse como un miembro más de La Libertad Avanza y presentarse, en su nombre, como futuro candidato a gobernador de su provincia, Córdoba- generó múltiples reacciones y ninguna positiva para el expresivo senador de la docta.
Por estos factores, y los que están sobrevolando el país, es que la guerra está en uno de sus puntos más “álgidos”.
Las reacciones de algunos sectores gremiales y desprendimientos de movimientos sociales -hoy muy acotados- han comenzado, reapareció Juan Grabois, quien atacó muy duramente al gobierno de Milei y pide claramente una “rebelión social” para poder defender a los que menos o nada tienen.
Mientras hizo la presentación de su nuevo libro, no se privó de señalar que la acción de los más desprotegidos: “Va a correrlos a todos estos ‘hdp’” que, según sus propias expresiones, están alejados de la gente y no les importa su futuro.
Llama la atención que, ante este clima de clara beligerancia, haya un silencio que suena raro en el ambiente de los sectores gremiales. Se nota más en la aparición de ámbitos empresarios, fabriles y Pymes que no solo están expulsando mano de obra por no poder cumplir con las exigencias salariales, sino que aventuran a manifestar que les queda poco tiempo de vida funcional.
Sonó con inusitada fuerza la acción del grupo de los Grobocopatel, que ahora manifestaron no poder hacer frente a las exigencias del pago de 30 millones de dólares que deberían abonar a quienes les aportaran los granos que ya han comercializado.
Esto ha provocado que un amplio sector de productores vinculados estrechamente a la firma acopiadora hayan mostrado preocupación ante el anuncio que no cobrarían tal como estaba previsto en los próximo días en que se producen los vencimientos pactados.
Es evidente que “No todo anda bien, ni las cosas internas -microeconómicas- funcionan”. La inflación baja, pero los precios suben. El régimen de salarios se maneja inflacionariamente, pero están lejos de alcanzar los niveles de recomposición que se está reclamando.
El presidente junto a su hermana, secretaria General de Presidencia, y el ministro de Economía, partieron a los EEUU para ser partícipes de la toma de mando de Donald Trump y en su agenda tiene prevista reuniones con Kristalina Georgieva y Kenneth C. Griffin, fundador, CEO, jefe de inversiones y dueño mayoritario de Citadel, con el senador J.D. Vance, y con Elon Musk, dueño de Tesla.
Después la agenda tiene previsto DAVOS, donde según se ha adelantado deberá responder a cuestionamientos de orden económico que tienen relación con factibles inversiones, hoy stand by, por no brindar seguridades jurídicas para comenzar a traer fondos.
Mientras esto se va “cocinando” y sabremos solo aquello que ellos quieran que sepamos, el kirchnerismo está alertado porque el contenido de la Ficha Limpia pone afuera de circulación e inhibe para cualquier postulación a Cristina Fernández de Kirchner.
En síntesis guerra y más guerra, fría, caliente, tibia, para todos los gustos. Poco de acuerdos y coincidencias, mucho de buscar y reacomodar las piezas para mantenerse en el poder.
En las provincias el clima es similar, tal vez con menos enfervorizados postulantes, pero mostrando la “volatilidad humana” y sus alcances.
Lo importante: no es el pueblo, sino los cargos políticos a jugarse en el 2025 y el 2027.
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