Se podía llegar a suponer que en este profundo reacomodamiento interno, donde el Estado se achica y deja librado al mercado la macro y micro economía, a lo que debe sumarse lo que se materializa desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, a cargo de Federico Sturzenegger, provoca una reformulación integral del aparato productivo, laboral, económico y financiero que, en estrecha relación con las operativas emergentes del área de economía bajo la batuta de Luis “Toto” Caputo que siguen las directivas presidenciales, se establece una dura puja: unos por imponer las nuevas operativas y funcionalidades y otros porque pierden fortaleza y el poder se diluye con la existencia del pleno ejercicio de la libertad para decidir.

Un suceso que pone en claro las razones que justifican los índices en crecimiento que mantiene la figura presidencial de Javier Milei.

Su pragmatismo y la consistencia en la determinación de eliminar todo aquello que enmarque lo social, política o gremialmente, como la casta, es un deseo compartido por un amplio porcentaje de la sociedad.

La resultante no es necesario ir a buscarla lejos en episodios pasados, basta solo remitirse a la presión que en aras de ejercer derechos gremiales y laborales, han colocado a la ciudadanía en la condición de rehenes marcando que el Estado debe sacarlos de las dificultades en las que hoy se encuentran. Tal como sucedió el miércoles, cuando permanecieron “cautivos” en un avión durante dos o tres horas, sin que les permitan descender o colmando los ámbitos de recepción y salida de pasajeros por la suspensión de vuelos generados por las acciones gremiales.

Claramente todos estos “jerarcas” del gremialismo, suponen que ocasionan un daño que juega en desmedro del poder nacional; cuando la realidad indica que lo que se vive, siente y opinan, es todo lo contrario.

¡¡¡Todos juegan para Javier Milei!!!

Solo había que prestar oídos a las quejas de los dolientes pasajeros, que no solo denostaban fuertemente a los que ocasionaban el inconveniente, sino que clamaban: “Que el gobierno intervenga y privatice o elimine a quienes pretenden ejercer sus derechos a costa del derecho de los demás”.

Eso es una realidad que se está materializando en todos los ámbitos. La ciudadanía pretende dejar de ser prisionera de quienes están disputando espacios de poder unos, privilegios otros.

En todos los casos, la figura del presidente liberal, anarcocapitalista, Javier Milei, va ganando consenso y una aprobación a sus programas de gobierno, en los que la proclama habla de “libertades civiles absolutas”, dejándolos afuera de las disputas gremio-laborales con el gobierno.

En la actualidad, el deterioro económico-social es importante y marca indicadores crecientes.

Los sectores empresario-industrial están reacomodando sus economías y hablan de recortar gastos. Ya son varias las empresas de punta que anunciaron ajustes laborales, por caso Ternium podría aplicar 600 despidos en su planta principal. En 2024, sus despachos de acero cayeron un 28%, efecto producido por las diferencias que marca el mercado interno con la importación con China, según expresó Paolo Rocca, de acuerdo a informe de la UOM.

No es la única. Otras están apelando a retiros voluntarios y/o acuerdos que les permitan enfrentar caídas en sus producciones, muy importantes ante el desnivel que se genera con productos ingresados por la liberación arancelaria de determinadas importaciones.

Otro avance que el Gobierno concreta es la transformación de sociedades del Estado en sociedades anónimas: la primera empresa inscripta fue la sociedad Corporación Buenos Aires Sur S.E, quedando convertida en Corporación Buenos Aires Sur Sociedad Anónima Unipersonal,

Se trata de un paso clave para el reordenamiento de las empresas públicas que generan un fuerte déficit para las cuentas del Estado. Detalles de una medida que surge de la aplicación del DNU 70 y la Ley Bases. La segunda entidad que está realizando esa transición es la compañía estatal Télam, una agencia de noticias y de publicidad que fue cerrada y reconvertida en S.A., pero todavía está en proceso de formalización.

Escenarios de conflictos varios, la mayoría sin resolver. El tema con los Estados provinciales en vías de una negociación que es difícil determinar cuál será el resultado. La firme decisión de eliminar aquellas empresas que entorpezcan el normal desarrollo de la sociedad, por caso el Gobierno prepara un anuncio para terminar con los piquetes aéreos: “Intercargo tiene que dejar de existir” dicen, sector que provocó serios inconvenientes aéreos, ayer volvió a reiterarlos y está apuntada para ser eliminada.

Todos los mecanismos obedecen a movimientos claros y precisos que surgen de las reformas que plantea el gobierno de Milei. El dejar hacer y que las consecuencias las soporte la comunidad es la mejor campaña política que podía pergeñar el “triángulo de hierro” que reúne el poder del gobierno. Es claramente enfrentar a argentinos contra argentinos.

Las estrategias a las que apelan para producir el desgaste del gobierno nacional, parecieran ser elaboradas y pensadas por el enemigo. Todo opera en beneficio de reafirmar que el rumbo de Milei es el correcto.

Hoy, Argentina pendula entre creer o volver a ser sometida a los vaivenes de quienes para defender sus derechos no vacilan en pisotear los de la gente.

Remedio equivocado para alcanzar éxito en sus reclamos.