Se hace difícil establecer cuándo se producirá el final de este continuo enfrentamiento de los sectores políticos y el oficialismo, en procura de alcanzar todas las riendas del poder.
Escenarios diversos en los cuales se plantean diferentes conflictos, todos empezados y ninguno sin terminarse. Escenarios internos muy complejos, con profundas atomizaciones partidarias plantean un futuro incierto, en donde solo la figura del presidente Javier Milei, fundamental protagonista, pareciera observar cómo se van partiendo y esparciendo los pedazos de las estructuras que -en algún momento- lucían robustas y sólidamente asentadas.
Si las cuestiones son las que se reflejan de los efectos de una rara diplomacia, plagada de resquemores, celos y la búsqueda de posicionamientos que les asegure continuidad, todo indica que los caminos elegidos -por ahora- no serían los adecuados.
El presidente Javier Milei, a escasos días de ser nombrado presidente pro tempore en el Mercosur, señala y advierte que irá y su discurso será un programa de acción que buscaría cambiarle el funcionamiento a ese ámbito y lograr se expidan apoyando el “libre comercio”, mecanismo que encuentra en la vereda de enfrente a varios presidentes, entre ellos a Lula da Silva.
La pregunta que surge, dada la característica que ha mostrado el presidente libertario en situaciones donde sus planteos no son escuchados es: ¿Pateará el tablero? Siendo una forma de hacerlo, apartar a la Argentina del cuerpo y decididamente romper con el Mercosur, plegándose a otros posicionamientos más cercanos a las pretensiones de Trump, tal vez acordando con Macron. Todo una incógnita.
Volviendo al país, que hay de sobra para comentar, aparece la figura de Mauricio Macri que ha comenzado a desdibujarse y muchos de quienes lo acompañaron en la conformación del nuevo PRO están haciendo conocer sus límites. Hasta la puerta del cementerio van, pero entrar que lo haga solo.
Ahora fue Santilli quién se hizo sentir al advertir que hay un límite a la idea de Macri de enfrentar al presidente, agregando: “No tengo ganas de pelearme con Milei”, dice el diputado, que mide el doble que la marca del PRO en la provincia de Buenos Aires, y eso debería hacerlo pensar al ex presidente si le conviene seguir presionando para romper.
La otra arista partidaria que pone en jaque el posicionamiento del fundador del PRO, es la actitud de los intendentes “amarillos” que han comenzado a tomar posiciones que no estarían en línea con la pretensión macrista.
Muchos “alcaldes” ha hecho notar que comparten la actitud de Diego Santilli y de Cristian Ritondo. La mayoría de los intendentes del PRO, como el marplatense Guillermo Montenegro o incluso uno de los hombres más cercanos al ex presidente, el jefe comunal de San Isidro, Ramón Lanús, quien junto a Diego Valenzuela de Tres de Febrero fueron de los primeros en pasarse activamente a las filas libertarias y hoy no están decididos a jugarse enfrentando al presidente Milei, sino que alientan esperanzas de compartir la fuerza de LLA para el 2025.
Nada claro y poco a negociar. Pareciera que ninguno está dispuesto a ceder; pero la ambición por el poder será un factor decisivo y siempre que se pelearon después vino el “negocio”.
El partido que no logra estabilidad y ya muchos de sus mentores políticos provinciales están viendo cómo hacer “rancho aparte” y logran mantener el poder en sus ámbitos, es el de los radicales.
Celos, poco pragmatismo y mucha volatilidad han debilitado la centenaria organización “yrigoyenista” con representación en todo el país hoy, está siendo fagocitado por la actividad que está desplegando la presidenta del partido LLA Karina Milei, quien junto al equipo que la rodea está jugando muy fuerte en las provincias más poderosas políticamente, por ser decisivas electoralmente.
Mientras esto se asemeja a una ciénaga en que permanecen atrapados la mayoría de los partidos que hoy militan en Argentina, algunos asomando apenas la nariz y al borde de la desaparición, el presidente Milei anuncia que la semana próxima viajará a Roma para participar de un acto junto a Giorgia Meloni y reforzar los lazos con Italia.
Siempre que hubo profundos conflictos que amenazan con explotar, el primer mandatario libertario encuentra la forma de evadirse y desde el exterior observar en detalle los acontecimientos.
De acuerdo con lo que confirmaron fuentes oficiales al portal Infobae, el mandatario argentino asistirá el 13 de diciembre a un evento organizado por la agrupación Fratelli d‘Italia, antes de ir al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, al que fue invitado por Giorgia Meloni.
El espacio en cuestión forma parte del Partido Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), que reúne a fuerzas políticas del Viejo Continente “comprometidas con la libertad individual, la soberanía nacional, la democracia parlamentaria, el Estado de derecho, el derecho privado, la propiedad, impuestos bajos, moneda sólida, libre comercio, competencia abierta y devolución del poder”.
Un buen combo para el libertario que le permite alejarse de las controversias internas y ver quiénes quedan en la cancha para instrumentar la negociación futura.
Esto es Argentina hoy, un país incierto, que debuta en un liberalismo con sesgo anarcocapitalista, que hasta ahora no ha encontrado el rumbo que la sociedad pretende. Por ahora son peleas que decantarán en aquello que pretende LLA, por lo menos es lo que ellos piensan...
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