DOMINGO 13 de Abril de 2025
 
 
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Día Mundial de la Salud 

Los dos tratamientos de enfermedades cardiovasculares que crecen en la Argentina por su seguridad y la rápida recuperación de los pacientes

La realización de angioplastías e implantes valvulares aórticos percutáneos (TAVI) se triplicó dentro de la última década, según datos del ICBA Instituto Cardiovascular. Su efectividad es mayor cuando hay un diagnóstico temprano de las patologías, por lo que es clave consultar ante la presencia de síntomas.

De la mano de avances tecnológicos constantes, la medicina apunta hoy al desarrollo de terapias menos invasivas, que reduzcan el riesgo y faciliten la recuperación de los pacientes. El beneficio, además, es que si se asocian con una detección temprana de las patologías a tratar pueden ofrecer mejores resultados y evitar cuadros de mayor gravedad. En el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte en la Argentina con más de 110 mil casos al año, esta tendencia se percibe con claridad.
Un informe elaborado por el ICBA Instituto Cardiovascular, un centro especializado que es referente en nuestro país y la región, en base a sus estadísticas propias de atención, muestra que la práctica de los tratamientos percutáneos de las enfermedades cardiovasculares se triplicó dentro de la última década. Al analizar los datos de lasangioplastias coronarias realizadas, los procedimientos pasaron de 512 a 1.717 por año entre 2014 y 2024.
En el caso de TAVI (implante valvular aórtico percutáneo), cuya implementación es más reciente, el salto fue exponencial y las cifras se triplicaron en un período incluso menor: pasaron de 52 en 2018 a 176 en el último año. En ambos casos hubo un crecimiento interanual sostenido, con una disminución lógica en 2020 por las restricciones que impuso el aislamiento por la pandemia de Covid.
“Las causas de este crecimiento son diversas. La detección de las enfermedades se ha incrementado, actualmente no hay un límite de edad para los tratamientos mediante catéteres, la eficacia de las intervenciones ha venido mejorando drásticamente y la rápida reinserción a las actividades luego de los tratamientos percutáneos hacen que los pacientes se orienten a esta alternativa”, explica el doctor Fernando Cura (MN 82590), jefe de Cardiología Intervencionista del ICBA Instituto Cardiovascular.
Este tipo de intervenciones, con las que se busca frenar las patologías en sus etapas iniciales, tienen como punto de partida el diagnóstico temprano y la detección de síntomas a través de los controles de rutina y la consulta espontánea de los pacientes a la guardia o su médico de cabeza. Son pautas claves en el cuidado del organismo que toman especial importancia este 7 de abril, cuando se conmemora el Día Mundial de la Salud.
La fecha, instaurada por la Organización Mundial de la Salud hace 75 años, tiene por objetivo concientizar a la población sobre el acceso a la atención médica de calidad, sus derechos y los hábitos saludables que permiten prevenir y tratar a tiempo.
“La detección precoz de la enfermedad coronaria o de la estenosis aórtica es un elemento muy importante. Las intervenciones programadas (es decir cuando se detectan precozmente) tienen mucho menor riesgo y la estadía hospitalaria es francamente menor. Por el contrario, cuando la enfermedad se dejó estar mucho tiempo, el paciente se presenta con complicaciones como infarto en la enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca en el caso de la estenosis aórtica. También la muerte súbita es prevalente”, sostiene el doctor Cura.
 
Dos intervenciones en alza

La angioplastia coronaria es un procedimiento terapéutico indicado para tratar las obstrucciones coronarias, en el que a través de un catéter se hace llegar un pequeño balón inflable a la sección de la arteria obstruida. Allí, una vez que es inflado, comprime la obstrucción contra las paredes de la arteria abriendo paso a la sangre que circula por ella. “Esto se realiza con el paciente despierto, con el uso de anestesia local y con estadías hospitalarias muy breves. Actualmente la angioplastia es el método de revascularización más utilizado con respecto a la cirugía de bypass que se reserva para casos muy específicos”, detalla el cardiólogo.
El implante valvular aórtico percutáneo (TAVI, por sus siglas en inglés), en tanto, consiste en insertar una prótesis valvular aórtica en el corazón mediante un catéter. Su implementación cambió radicalmente la forma de tratar la estenosis aórtica severa (una patología que estrecha o endurece la válvula aórtica), ya que evitó tener que hacer una apertura de tórax como se hacía tradicional. “La cirugía de reemplazo valvular es la mejor opción en pacientes jóvenes. Sin embargo, en pacientes de edad avanzada el TAVI también es la mejor opción terapéutica para la estenosis aórtica”, apunta del doctor Cura.
En ambos casos, los avances tecnológicos desarrollados en los últimos años y que ya se aplican en el quirófano mejoraron la performance y la seguridad de los procedimientos. “La angioplastia hoy se realiza en forma segura y efectiva, con mejores stents, mayor tecnología de imágenes y además en un espacio sumamente confortable como es el radial lounge. Con respecto a la TAVI, el cambio en los últimos 10 años ha sido dramático con un gran desarrollo de las válvulas y un manejo muy simple de la intervención”, suma el experto del ICBA. Y agrega que “los cambios de paradigmas de tratamiento de la enfermedad cardiovascular mediante catéteres en lugar de por medio de cirugías atraviesa todos los estratos sociales y es muy marcado en todo el país. El PAMI es el financiador con mayor número de intervenciones como la angioplastia o el TAVI”.
 
Las pautas de prevención y señales de alerta

Ante el alto impacto que tienen las enfermedades cardiovasculares en la Argentina, es fundamental fomentar las buenas prácticas de prevención y los controles que son la red que permite detectar las primeras señales de alerta, para que los especialistas actúen en las etapas primarias del desarrollo de una enfermedad. Los chequeos recomendados comienzan desde niños mediante la toma de la presión arterial, el examen físico y medición de los niveles de colesterol. Luego, a medida que pasan los años, la periodicidad de los controles depende de los antecedentes y factores de riesgo de cada paciente: cuánto más sean, más frecuentes deben ser los chequeos.
Comer en forma saludable y hacer ejercicio son dos pautas fundamentales para reducir los riesgos, y además la práctica deportiva puede ayudarnos a saber si algo no anda del todo bien en nuestro corazón. “La detección de las enfermedades cardiovasculares está relacionada a la percepción de síntomas y a los chequeos médicos periódicos. Un factor fundamental para la detección es realizar actividad física frecuente ya que permite percibir los síntomas mucho más que la gente muy sedentaria”, explica el experto.
¿A qué síntomas hay que prestarle atención? Las señales de alerta que dan la enfermedad coronaria y la estenosis aórtica son similares. La falta de aire, las molestias en el pecho, las palpitaciones y el síncope son más prevalentes. Sin embargo, cualquier síntoma que llame la atención es un buen motivo para realizar la consulta a la guardia o al médico de cabecera, quien decidirá si es necesario realizar algún tipo de estudio o derivar a un especialista en medicina cardiovascular.
En resumen, explica el doctor Cura, la salud en general está relacionada con el bienestar físico, emocional y espiritual. “La clave está en mantener una buena y equilibrada alimentación, hacer actividad física, tener buenas relaciones humanas, el buen manejo del stress, estar en contacto con la naturaleza y realizar los chequeos médicos periódicos. Es muy importante escuchar a tu cuerpo y consultar ante la presencia de síntomas”, concluye el doctor Cura.

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