El running no es un fenómeno piquense o pampeano, es mundial. Pero uno lo comprueba en el lugar que habita, y esto viene pasando año tras año, con un calendario cada vez más completo y exigente.

No hace muchas temporadas atrás todo se limitaba a la gran maratón que es A Pampa Traviesa y algún clásico de las poblaciones, generalmente coincidiendo con los aniversarios, caso General Pico que está instalada la prueba desde hace más de una década.

Pero si uno recorre todas las fechas en que hubo actividad atlética en las calles de las poblaciones pampeanas, prácticamente no hubo fin de semana en que los runners no tuvieran una opción o más para correr.

¿Por qué del fenómeno..?

Alguna vez esta consulta la hemos hecho, pero se afirma con el correr de los años, con la cantidad de deportistas que optan por cambiar de disciplina o ingresar al mundo competitivo practicando este deporte.

Fundamentalmente tiene que ver con la facilidad para competir. Porque se trata de encontrar una mejor forma física, seguramente mejorar en lo anímico, en la valoración de uno mismo, y de ahí ir superando etapas o momentos, que llevan a fanatizarse en muchos casos o simplemente instalarse en ese mundo del atletismo y tomarlo como una forma de vida.

Eso significa asumir la responsabilidad de entrenar, no menos de dos veces por semana, siendo cada vez más los que optan por sumarse a grupos de runners, que en Pico hay varios con entrenador, nombre propio, indumentaria y hasta lugar concreto donde realizar los entrenamientos.

“Ningún deporte me da la facilidad de competir que me da el running”, expresó más de un atleta ante la consulta, de por qué optan por esta actividad deportiva. “Puedo estar en la línea de largada al lado del mejor maratonista del mundo, sin que nadie me lo impida”, es otra frase fuerte que hemos escuchado más de una vez...

En La Pampa, es notable la cantidad de escenarios que se han sumado. Porque si bien nos quedamos con el último que es el “Desafío del Monumento” en Quemú, que ya está pensando en su segunda edición, también fue un gran acierto llevar la competencia a los escenarios turísticos que tiene La Pampa como fue la prueba en Parque Luro, en Salinas Grandes, en Lihuel Calel, como las que ya se han hecho en otros lugares, como es en La Arocena, por mencionar un predio piquense.

Movimiento económico

Algo que también logró el running, siempre por lo que vemos en La Pampa, es el movimiento en la economía. Porque si bien aparece como uno de los deportes más accesibles, también en lo económico, a cierto nivel, ya no lo es tanto. Porque exige de un buen calzado deportivo, indumentaria, inscripciones y la preparación donde se opta por ser guiada por un preparador profesional, un gimnasio, una alimentación saludable o especial, y todo eso cuesta, más en los tiempos que corren.

Pero a eso se suma el movimiento que generan en poblaciones medianas o pequeñas donde hay fechas, y eso significa la llegada de mucha gente de otros lugares que, por poco que esté en el sitio, deja unos pesos en el kiosco, el almacén o en lugares de gastronomía, que suman mucho para esa economía pueblerina.

Un 2024 difícil

El crecimiento que ha tenido en forma sostenida el running, hay que reconocer que tuvo un freno en este 2024. Si bien fue auspicioso el récord de participantes en A Pampa Traviesa con más de dos mil inscriptos y que se sumaron nuevos escenarios ya mencionados, el crecimiento en números de inscriptos en las carreras no se vio como se venía dando en cada temporada pasada.

“Los costos subieron para todos”, fue una respuesta a esa realidad que se puede comprobar al cierre de la presente temporada y que se espera que tenga un repunte para el 2025.

A correr entonces, disfrutar y ojalá siga creciendo, una disciplina que ganó las calles, la preferencia deportiva y todo un descubrimiento para muchos que habían perdido expectativas competitivas o las empezaron a vivenciar con esta práctica.