Cada vez que uno hacía referencia nombres importantes, grandes en serio del fútbol pampeano, correspondía acordarse de Alberto “Pampa” Jorge.
Porque si bien no nació en suelo pampeano, es de Villa Maza (provincia de Buenos Aires), el apodo “Pampa” que luego se lo sumaron a muchos futbolistas con trayectoria nacional o internacional, está reflejando a quienes representó en cada paso de su gran trayectoria futbolística.
El “Pampa” Jorge falleció este martes, a los 74 años de edad, y el impacto informativo ha sido muy fuerte. Si bien una penosa enfermedad se había apoderado de él hace mucho tiempo y esto que pasó se venía venir, no deja de sorprender la muerte de un grande de nuestro fútbol.
Jorge fue futbolista de Racing de Avellaneda y de la Selección Argentina en las décadas del ‘70 y ‘80. Luego le dio continuidad a su pasión futbolera como entrenador, colocando muy en alto su nombre en el fútbol mexicano.
Como futbolista debutó profesionalmente en Racing, en 1968, club que llegó a idolatrarlo por su capacidad goleadora y lo conseguido con el club de Avellaneda.
En 1976 fue transferido a México. En el fútbol azteca jugó para el León, y posteriormente en el Atlante para terminar su carrera de casi una década en México, jugando en el Oaxtepec.
Curiosamente su carrera como entrenador la empezó en las divisiones formativas de Racing de Avellaneda, llegando a dirigir la primera división en el año 2000, luego del alejamiento de la dupla Costas-Maschio.
En cuanto a lo hecho en México, ya como entrenador, estuvo el haber dirigido al equipo de Toluca, “Los Diablos Rojos”, ganando en Apertura del año 2002.
La muerte del “Pampa” Jorge cierra una historia futbolera que enorgullece a todo el fútbol provincial, porque siempre se lo consideró un “hijo adoptivo”, y él quiso que sea así.
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