Una vez más, un grupo de jubilados acompañados por dirigentes sindicales y políticos marchan en los alrededores del Congreso de la Nación.
La convocatoria se fijó, como cada miércoles, para las 17 horas. Pasada esa hora, con una bandera con la inscripción “Jubilados Insurgentes”, comenzó la marcha por los laterales del histórico edificio. Allí se produjeron tensos cruces entre los manifestantes que intentaban moverse con libertad y la policía que impidió en todo momento que la protesta descienda a la calle e interrumpa el tránsito.
Las discusiones generaron pequeños incidentes. La policía arrojó gases a quiénes les expresaron airados reclamos. También hubo empujones, insultos y presión sobre el vallado dispuesto en distintos sitios.
Los efectivos se abroquelaron formando rígidos cordones para evitar que la manifestación interrumpa el tránsito. Se desplazaron motos para despejar las calles y con firmeza los uniformados le exigieron a cada persona que se mantengan en las veredas.
Del operativo participan cuatro fuerzas de seguridad: Policía Federal, Prefectura, Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
El grupo de jubilados intenta realizar una ronda, dando una vuelta por las calles laterales al Congreso, realizando un abrazo simbólico al edificio histórico del Poder Legislativo.

El epicentro de la marcha

La esquina de Rivadavia y Callao fue el sitio en donde se encontraron decenas de personas con carteles que le reclaman al Gobierno Nacional que recomponga las jubilaciones.
A unos metros, sobre la vereda de Plaza Congreso, se encontraban las banderas de la UOM. También estuvieron presentes dirigentes de SUTNA, el sindicato que representa a los trabajadores de la industria del neumático, quienes se encuentran en pleno reclamo salarial.
Aún en medio del desorden, la policía realizó esfuerzos para que el tránsito no se interrumpa.