Los más avezados negociadores se mostraron asombrados que tras haber enunciado, cada uno por su lado, el deseo de acoplar a La Libertad Avanza y a un “desordenado” PRO, en procura de lograr una fuerza homogénea que les permita ganar sin problemas las elecciones de medio término y así abrir las puertas para el 2027, ya hicieron conocer las desconfianzas que rondan a posibles negociaciones.

Es evidente que el juego estratégico del presidente libertario, solo es conocido por el “triángulo de hierro” y no caben algunas dudas si el conocimiento es integral.

Es claro que nominar representantes de ambos sectores para que puedan elaborar un plan y el acuerdo resulte una pieza integral, no figura en los planes de Milei y mucho menos de Karina y Santiago Caputo.

Quieren “súbditos” pero no iguales. Esto señalaría que podrán tejerse con hilos muy finos determinados objetivos, pero cuando Javier Milei, regrese de su periplo por los EE.UU y Davos, podrá conocerse con exactitud hasta donde se llega y que papel podrán jugar los integrantes seguidores de Macri.

Comenzaron a trascender mensajes cruzados y salió a relucir la desconfianza mutua: el detrás de escena del anuncio público entre Milei y Macri. Ya es inocultable que cada sector esta “cocinando” estrategias diferentes.

Se puso en evidencia la acción de determinados y muy puntuales emisarios que con mandato de sus “jefes” comenzaron a transmitir versiones que procuraban entender y poner sobre la mesa de discusión los contenidos provenientes de las declaraciones que se hicieron conocer tanto de Milei como de Macri.

Hay posicionamientos que vuelven a marcar las diferencias existentes, entre quién tiene y no comparte el poder, Javier Milei y el ex presidente que tiene muchos inconvenientes para convencer a los libertarios, fundamentalmente a Karina y Caputo, cuales son sus intenciones.

Todo indicaría que es el mismo juego que se ha venido desarrollando a lo largo del pasado año y promete tener similares aristas en el 2025.

Si algo puede quedar medianamente claro es que las estrategias mileistas, correspondientes al “triángulo de hierro” es que la figura política -si alguna vez lo fue- de Mauricio Macri, desaparezca y su lugar pueda ser ocupado por alguno de los dirigentes “amarillos” que han mostrado condescendencia con las políticas de Javier Milei, pero manteniendo independencia de criterio y revitalizando su imagen frente al deterioro que no logra superar el conductor Mauricio Macri.

Esos son los casos de Ritondo y Santilli, identificados con un sector del PRO, que cuentan con nexos en el marco del radicalismo que se ha escindido de sus bases naturales y conformado sectores opositores “marginales”.

Mientras se están dando estas posibles pautas políticas de futuro, una figura que ha entendido las reglas del juego y se muestra como un posible firme opositor. Que tiene dialogo pero manejo propio y no sometido a los vaivenes del gobierno libertario, nos referimos al Jefe de la Ciudad Jorge Macri, es hoy sin lugar a dudas un proyecto que hasta ahora no había y que procura tener su propio escenario de lanzamiento, con nombre y apellido.

Todas estas acciones que trascienden forman parte de ámbitos que se han montado exprofeso para generar la atención de la ciudadanía y ha hecho pasar pasar desapercibida la acción de Guillermo Francos que esta convenciendo a legisladores del PRO y UCR, a los efectos de tener suficiente respaldo o quórum para cuando el gobierno nacional convoque a sesiones extraordinarias del Congreso para tratar, entre otros temas, la reforma electoral y la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, y Ficha Limpia.

Que se percibe y que entendemos parte de la clase política lo esta viendo es la simultaneidad de frentes que ordena Javier Milei para lograr sus objetivos.

Un armador “napoleónico” donde tiene aspectos distractivos pero centra sus fuerzas en aspectos fundamentales que hacen a su política de futuro.

Un “abrazo del oso” que, pretende Milei, constituya una aparente demostración de afecto que en el fondo encierra una trampa. Es indudable que los mecanismos operativos que utiliza, sean propios o “prestados”, están dotados de una especial sutileza para hacer ver aquello que los indicados pretenden, pero que en realidad es un medio para alcanzar un fin en el cual no están contemplados.

La estructura mental del presidente liberal-anarcoicapitalista es indescifrable para el común de la sociedad. Tal vez especialistas en materia del análisis de las formas del comportamiento psicopático, podrían alcanzar a determinar como piensa, actúa y logra sus fines el titular del Poder Ejecutivo Nacional.

Ya ha dado muestras que esta siempre un paso adelante de los interlocutores adictos u opositores. “Calienta la cancha” y se aleja buscando desde la distancia alcanzar más claramente la forma que debe adoptar según las decisiones que se hallan tomado.

Sin sentir responsabilidad alguna de los sucesos negativos y muchos menos de los fracasos, solo percibe los resultados positivos y eso le brinda la posibilidad de no tener culpas ni de los pobres e indigentes que aumentan. Del cierre de empresas. de las que dice: “no saben operarlas funcionaban porque el Estado las apoyaba”. Agregando: “Hoy deben responder a las exigencias del libre mercado”. Se supone un ser “impoluto y superior”.

Hay una larga lista de situaciones litigiosas que sin ser integralmente responsabilidad del gobierno mileista, en parte deben asumir la cuota que les corresponde, en la búsqueda de solucionarlas.

Tal como expresara el escritor y filósofo italiano Nicolás Maquiavelo: “La ética de la responsabilidad y la ética de la convicción se amoldan a su concepción del poder y del hombre político para conformar, respectivamente, la moral del gobernante y del gobernado”.

El poder es todo y no se comparte. Paradigma mileiano.