Todo aquello que se convenga, acuerde o ponga en práctica durante su ausencia, será materia de análisis del presidente, cuando regrese y habrá respuestas positivas y o negativas, según se avengan a su proyecto de ajuste y regulación del Estado.

En la agenda presidencial confeccionada para este viaje, aparece una reunión de una cumbre de millonarios americanos que se reúnen en Idaho. Con este repite 11 salidas al exterior que le costaron al país 650 millones de dólares, sin que hasta ahora se hallan visto resultados para el país, más allá de la promoción personal del presidente argentino que procura hacer base para convertirse en uno de los líderes del liberalismo mundial.

En esta oportunidad su comitiva estará integrada, además de su hermana Karina Milei, por el titular de economía Luis Caputo, Demian Reidel y Gerardo Werthein, el embajador argentino que se sumará al grupo directamente en los Estados Unidos.

De acuerdo a los trascendidos Javier Milei tomará contacto con los mayores inversores globales del mundo que anualmente se reúnen en Sun Valley (Idaho), donde se desarrollara una conferencia, referida a determinadas planificaciones mundiales y las formas de abordarlas, entre otros capítulos de la economía del primer mundo.

Más allá de la trascendencia que alcanza una reunión de esta naturaleza, los economistas locales, a quienes Javier Milei denomina despectivamente “econochantas”, sostienen que no representaría, en el presente, nada que garantice que pudieran lograrse inversiones para la Argentina, apuntando fundamentalmente, al campo energético, proyectos tecnológicos, y obras de gran envergadura que nuestro país, hoy, no esta en condiciones de afrontar.

Argentina, sigue siendo un territorio emergente, considerado de riesgo, en tanto mantiene vigente la inseguridad jurídica para quienes invirtieron y nunca pudieron sacar del país sus ganancias, dadas las restricciones del mercado a que estaban sometidas. 

Más allá de estas consideraciones que son un capítulo reservado para los economistas y financistas entendidos en la materia, el alejamiento de Javier Milei, tiene otras connotaciones inherentes a la instrumentación del marco regulatorio que se ha comenzado a aplicar y del desajuste de la economía, fundamentalmente, los vaivenes financieros que han provocado subas del del dólar blue, caída de los bonos, supuesto alza del índice de inflación que se anunciaría hoy a las 16 horas, entre otros problemas sociales que señalan futuros estados convulsionantes.

La debacle denunciada por el masivo cierre de PyMEs, la profunda recesión que sacude al sector comercial, obligado a recortes presupuestarios que involucraron despidos importantes a nivel de fábricas, frigoríficos, supermercados están señalando que el quebranto se agudiza y aún no se han comenzado a aplicar la mayoría de los aspectos regulatorios que tiene en carpeta el nuevo Ministro de Regulación y modernización del Estado.

Mientras esto sucede,el país se “recalienta” con una difícil y dramática situación social, que pareciera no importar demasiado a las autoridades nacionales y provincias afectadas.

Se percibe que todos están intentando “salvarse”. El caso Loan y el reciente asesinato de Bastían, son los que trascienden, pero el país esta sacudido por una ola de violencia incontenible. <EM>Ya nadie cree los discursos de las autoridades de seguridad que pretenden mostrar que se esta trabajando, cuando la realidad muestra que la delincuencia, la presencia del motochorro, el narcotráfico y la trata de personas crecen exponencialmente.

Pero eso parece no afectar la agenda del presidente de la Nación, Javier Milei, más preocupado por ser “candidato al premio nobel de economía” y dar clases “magistrales” como la dada en la Bolsa de Comercio y mostrarse al primer mundo como el “cambio mundial” atado al liberal-anarcocapitalismo proyectado como uno de sus líderes; que atender los problemas domésticos que son cada vez más graves.

El florentino Nicolás Maquiavelo sostenía que: “La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerlos de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”. Es difícil saber si esta actitud de la sociedad es tenida en cuenta.

Vale la pena recordar otras de las famosas citas maquiavélicas: “La política no tiene relación con la moral”.

“Ciertamente la política y la moral rara vez van de la mano, pues si el político desea poder triunfar en el futuro este sabe muy bien que la hipocresía y la doble moral siempre serán sus armas más efectivas”.

Hoy en un escenario muy traumatizado, contradictorio, sin reglas claras, se dan todas las circunstancias de estar en una transición, al que han denominado “cambio estructural”, que somete a una parte importante de la ciudadanía a que resuelve sus problemas como pueda; ignorando que viene de más de cuatro décadas de responder a Estados paternalistas, que más allá de sus errores procuraban evitar se agudizaran los deterioros del tejido social.

Javier Milei es él y sus circunstancias. A excepción de su hermana, a quién considera “El Jefe” Karina Milei y eventualmente al asesor estrella Santiago Caputo, todos son material descartable.

Es la utilización lisa y llana de un medio para alcanzar un determinado fin. Es un progresivo deterioro de la condición humana.