JUEVES 21 de Noviembre de 2024
 
 
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Un juego de “pícaros”...

Era de esperarse que las relaciones circunstanciales establecidas entre el presidente Javier Milei y el presidente del PRO Mauricio Macri, se desarrollaban con reglas de juego respaldadas por diferentes estrategias.

En el caso del libertario consolidar el apoyo irrestricto de los opositores dialoguistas que se mueven bajo la tutela de Macri, sin comprometer en extremo las líneas del poder que ha establecido y mucho menos ceder espacios que afecten su gobernabilidad.

El ex presidente y actual titular del PRO arbitra todos los mecanismos de “picardía” político-empresaria, que ha ido consolidándolo, no solo en parte de Argentina, sino internacionalmente, para lograr establecer los contactos y manejos de áreas específicas del gobierno libertario con el fin de lograr restablecer el poder que se ha ido esmerilando con el correr del tiempo.

Los encuentros y las comunicaciones que se producen, muchas que no trascienden y las que se establecen a través de los enviados como “negociadores” con diferentes propuestas, avanzan, en la medida que les fija parámetros el liberal-anarcocapítalista presidente argentino Javier Milei.

Si algo ha quedado palmariamente demostrado, en estos ya casi once meses de gobierno, es la innata viveza de Milei para establecer reglas de juego, en donde siempre tiene reservada varias opciones. 

No cierra puertas o pareciera que lo hace, pero habilita otros canales a través de los cuales abre las negociaciones y acuerdos en los que él, personalmente, no quiere aparecer a los efectos de tener la chance de rechazar o negar las posibilidades acordadas entre sus enviados -en este caso- Mauricio Macri.

Fue Santiago Caputo, el asesor estrella e integrante del “triángulo de hierro”, donde se forja el verdadero poder del gobierno. El encargado de convenir, siempre condicionado a la aprobación del presidente.

Pero es un tejido muy endeble, con disparidad de criterios internos en el PRO. Muchas dudas en las gestiones de Mauricio Macri y los temores que han provocado las reacciones presidenciales cuando no sale lo proyectado de acuerdo a sus objetivos.

El camino gubernamental libertario esta regado de “víctimas” políticas partidarias de La Libertad Avanza y de las otras. Nadie que no acepte ciegamente los mandatos presidenciales o en su caso de la Secretaria General de la Presidencia, “el Jefe” poderosa aliada, su hermana Karina Milei, es materia desechable.

Hoy se conjugan en la estructura del gobierno nacional una rara mezcla de funcionarios ideológicamente identificados con génesis políticas diferentes.

Esto ha generado cierto desconcierto, dadas las debilidades manifiestas que surgen cuando se evalúan determinadas acciones, que parecieran responder al mandato mileista, pero están alejadas del proyecto de transformación y regulación del Estado.

Por estas horas se están realizando negociaciones por el Presupuesto y aquí surgen dilemas que plantea el PRO, ante la presión que recibe de los gobernadores afines, dado que nadie conoce ¿Hasta dónde está dispuesto a tensar con el Gobierno?.

Mauricio Macri y los mandatarios provinciales identificados con el sector opositor dialoguistas, estarían visiblemente molestos porque -hasta ahora- no han recibido respuestas del gobierno de Milei, específicamente del área del Ministerio de Economía, respondiendo a muchos planteos que hacen a las economías regionales que los afectan de no modificarse algunos aspectos presupuestarios. 

Según había quedado establecido, con los contactos oficiales, el compromiso de reuniones se ha dilatado y tras el almuerzo frustrado, en el cual se suponía se establecerían pautas que unificarían posiciones, generó impaciencia y molestia, entendiéndose como un “ninguneo” que desvaloriza el poder de los gobernadores, que sienten se debilita considerablemente el posible acuerdo electoral, con el cuál zanjarían las diferencias para encarar el 2025.

Es en estas alternativas cambiantes donde comienzan a visualizarse los artilugios que, tanto el presidente Milei, como el titular del PRO, Mauricio Macri, utilizan. 

Claramente es la ausencia de una confianza plena. Están cercanos y se reúnen porque los animan proyectos de poder a futuro. Pero a la vez están separados.

De parte del presidente pese a sus desplantes, sabe que adolece de respaldo y que sin la colaboración de los opositores dialoguistas no podrá contar con el acceso legislativo para sus proyectos de leyes transformadoras.

Mauricio Macri, transita un camino paralelo al presidencial, pero desde afuera, con esporádicas muestras de fortaleza, sin haber podido -hasta ahora- consolidar un poder conjunto que le permita tener aspiraciones en el espectro político que se viene.

La realidad hoy estaría indicando que Milei procura tener una rueda de auxilio político en Macri, pero no estaría dispuesto a un cogobierno con el presidente del PRO.

La gran duda es: ¿Será duradera la paz?

Es un ajedrez para especialistas. Por ahora hay “tablas”, ¿Quién dará el jaque mate?
 

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