Y habría que agregarle conflictiva, en razón que se han perdido los valores que nos enorgullecían como sociedad.
Hoy el insulto, la denostación el agravio son herramientas que se utilizan sin ningún reparo, enorgulleciendo quienes lo hacen, porque están revelando tener un poder que les permite cualquier barbaridad.
Si a esta inmoralidad que se vive, le agregamos que los políticos van y vienen de acuerdo a como son empujados por el viento y la desmedida ambición de tener “pantalla”, estamos ante un combo que nació con la desmesura que normalmente plantean los exabruptos del presidente de la Nación Javier Milei.
De ninguna manera y bajo ningún concepto puede aceptarse -como dicen sus adláteres- “El presidente es asío, dice lo que piensa”. La realidad indica que la mala educación, el desenfreno verbal no corresponden a una persona de bien y solo puede materializarlo quién tiene el poder para hacerlo.
Se puede entender un gesto enfervorizado o señales de enojo del presidente cuando quienes son sus colegas y algunos lo acompañaron hasta la puerta de la presidencia, hoy le dicen que esta equivocado.
No obstante de ninguna manera amerita que se los catalogue como econo-chantas; que no saben de que hablan; que están jugando opciones políticas contrarias al pensamiento libertario-anarcocapitalista, todas falacias que se arman y como tienen estridencia y causan zozobra en los distintos escenarios de los conflictos permanentes, repercuten en los medios de comunicación -es noticia- y repican en redes sociales donde el presidente tiene un equipo montado para generar tormentas y decir lo que se les ocurra, para dañar, desprestigiar y marcar una cancha donde solo juegan los libertarios con la verdad. El resto es mentiroso.
Quienes deberían haber sido ejemplos de una sana convivencia -más allá de la ausencia de coincidencias ideológicas- abrió la puerta para que, quienes lo secundan y obedecen insulten, ofendan, desconozcan las investiduras y ataquen desaforadamente para desacreditar.
Esto ocurre con una legisladora que ya viene arrastrando desde que asumió un extenso historial de excesos. En esta oportunidad porque se sintió molesta ante la reacción de la vice presidenta Victoria Villarruel, con quién mantiene una inquina de largo tiempo, la atacó duramente con una expresión que la pone a salvo de la acción judicial, solo el hecho de tener fueros.
Haciendo referencia a su estada en la localidad cordobesa de Villa Allende, donde acompaño a una “muy pobre” manifestación popular que esta en desacuerdo con el cierre de determinada cantidad de calles de la mencionada localidad. Indudablemente pretendió tener trascendencia, pero fracaso.
Ella es Liliana Adela Bolukalo Lemoine, más conocida como Lilia Lemoine, es una maquilladora, cosplayer, influencer y política argentina. Desde el 10 de diciembre de 2023 se desempeña como diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
No obstante aprovechó para seguir escalando para tener presencia en los medios y al enterarse que la presidente del Senado de la Nación, participaba de la primera noche del Festival de Jesús María y que estaba acompañada por el intendente municipal local, perteneciente al PRO, mostró su disconformidad y las cerró con una expresión grosera que no habla demasiado bien de la legisladora libertaria, haciendo referencia al pedido de la ONG “En cumplimiento del deber” que presentara una nota al Congreso pidiendo la diputada Lemoine deje de referirse a la vice presidenta.
Se refirió al proyecto de Villa Allende y aprovechó para dejar expresado que “esquivaba a la vice presidente, presente en el Festival de Jesús María, “no hablo, haber si denuncia acosa la sanguijuela”. Recato, respeto por la investidura que menos se le puede pedir a una legisladora de la Nación.
Esto es una muestra de la decadencia en la que esta cayendo progresivamente la Argentina. En que medida se puede criticar los malos modos, la violencia física y verbal si quienes tienen que mostrarnos el camino de la corrección se suman a los insultadores y denostadores seriales.
El otro tema esta referido a la volatidad de quienes actúan en determinados sectores de la política nacional y que en alguna oportunidad intentaron asentarse en cargos provinciales.
Marionetas de quienes tienen el poder. Se recuestan buscando respaldos para continuar teniendo,aunque sea prestado, algo de poder. Según las abuelas sabias, decían que habían hecho desaparecer todos los espejos de sus casas, porque lo que reflejaba era algo así como el resto de “Dorian Grey”, mostrándoles su verdadero rostro.
En esto si viene como “anillo al dedo” el conocido refrán por la “plata baila al mono”, podríamos agregarle, también por el poder y la figuración. Como los cargos prometidos no salen, volvemos al ruedo, del cual nos habíamos alejado, porque lo otro aseguraba suculentos ingresos, y no nos sentimos con autoridad moral para aleccionar a un determinado electorado como debe actuar en el futuro para ganar y naturalmente este personaje estará presente.
Todos los sectores provinciales ubicados en un marco opositor tienen sus internas; algunas más virulentas que otras. La realidad indica que los “viejos de la política”, algunos retirados para dejar el paso a las nuevas generaciones se han convencido que los partidos ya no son lo mismo y se han convertido, como mencionó a un medio pampeano el ex intendente de Anchorena y ex presidente de la UCR: “La UCR se parece más a una agencia de empleos para amigos y familiares que a un partido político”.
En la volteada cayeron “hijos y entenados”.
Una realidad que nos golpea no solo a nivel a lo político, a la ausencia de reservas generacionales formadas, a la deformación que se ha producido en la sociedad donde se puede decir cualquier cosa sin “ponerse colorado”, pretendemos avanzar a los tumbos, sin saber a ciencia cierta cual será nuestro futuro.
Decadencia, ausencia de valores son signos que retrocedemos como sociedad.
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