Una asignatura pendiente docente: adaptar ChatGPT y TikTok a la educación
Las tecnologías e inteligencia artificial avanzan sin reparar en la mejor pedagogía para cada tipo de estudiante y de país. "No hay que correr detrás", exhortó una ex UBA.
Las tecnologías e inteligencia artificial avanzan sin reparar en la mejor pedagogía para cada tipo de estudiante y de país. "No hay que correr detrás", exhortó una ex UBA.
La necesidad de que la educación responda a los hábitos de inmediatez de los estudiantes y su falta de tolerancia a la frustración, fue planteada por la exdirectora del Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía de la Universidad de Buenos Aires, Carina Lion, ante docentes y académicos.
Exhortó a “generar experiencias educativas que valgan la pena y que no estén accesibles en ningún otro lugar, como por ejemplo YouTube”.
Fue en el marco del Ciclo de Formación Docente en Tecnología e Inteligencia Artificial, realizado por el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT), como contribución a que esas herramientas sean incorporadas al proceso de enseñanza.
“No tenemos que correr detrás de ellos, sino adoptarlas en función de qué clase de profesionales y de ciudadanos queremos formar y para qué tipo de país”, dijo y propuso que la enseñanza sea contrahegemónica”.
La tecnología, enfatizó, “no trae soluciones mágicas a problemas que son didácticos y complejos, como el de los modos emergentes de aprendizaje de los estudiantes”.
Sostuvo en ese sentido que debe hacerse lo contrario a aquellos programas educativos y clases en las que todo es importante, ya que esos casos no hacen más que reproducir la horizontalidad de Internet, que no jerarquiza la información y, en consecuencia, “no permite pasar de la asociación a la comprensión”.
De tal modo, instó a la comunidad educativa de la Argentina a pensar en estrategias basadas en proponer desafíos no homogéneos, sino a medida de cada estudiante o de grupos de ellos, en función de sus diversidades cognitivas y culturales.
Puso de relieve que la tecnología, justamente, cambia al proceso cognitivo y que las ideas ahora se forman desde lo sensorial: “Los escenarios tecnológicos tienden a ser inmersivos y el modelo de clase no lo es, cuando no aprovecha los múltiples lenguajes disponibles ni altera la secuencia lineal progresiva del aprendizaje”, como lo hacen, por ejemplo, la gamificación y la narrativa transmedia.
El ciclo de capacitación que organiza el Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT) dio comienzo el jueves, y de la conferencia de apertura participaron Guillermo Gómez Galizia, presidente de la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) y de la Fundación DPT; Mariano Álvarez, rector del IUDPT, y Mariana Gild, secretaria académica del instituto universitario, junto con otras autoridades y docentes universitarios.
Lion postuló que hoy la principal función de la educación debe ser la de enseñar a jerarquizar, ya que esa operación “es la única que permite transformar la información en conocimiento” y, además, es la que ofrece a los estudiantes la “autonomía suficiente para formar un pensamiento crítico”.
En áreas dinámicas en las que se incorporó la inteligencia artificial, como la de la salud, se enfoca ese mismo eje, que es el que profundizan las instituciones sanitarias para revertir la deshumanización de la atención médica.
Los profesionales, como en el caso de los estudiantes, deben disponer de las herramientas tecnológicas para adaptarlas, primero a su capacidad de compresión, y luego a ser aprovechadas.
Hay aplicaciones elementales como la de apelar al reconocimiento de voz para dictar informes médicos.
Al ser procesado el lenguaje natural, esta tecnología permite a los especialistas de cualquier rubro narrar de manera natural la información clínica mientras ejercen la práctica médica.
Esta transformación en la captura de datos no solo optimiza el tiempo dedicado a la documentación, sino que también los libera para concentrarse en la atención directa al paciente.
La IA Generativa abrió significativamente, en el campo de la salud, el rango de aplicaciones de procesamiento de lenguaje natural que pueden adoptarse ya mismo en el día a día de los profesionales sanitarios.
Por ejemplo, la posibilidad, en las consultas médicas, de completar automáticamente la historia clínica a partir de la conversación entre médico y paciente con soluciones como Genesis.
Esa información se puede generar con elementos ya codificados y otros “accionables” que permitan al médico realizar rápida y sencillamente tareas repetitivas que hasta ahora le suponen mucho esfuerzo en término de número de clics de ratón y pulsaciones de teclas.
El concepto vale también para que la educación recoja el guante de la modernidad y se ponga a tono con la demanda estudiantil.
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