El repartidor de una heladería que supuestamente había sido asaltado a mano armada el pasado 21 de diciembre, confesó haber inventado el robo para quedarse con el dinero recaudado.
El pasado 21 de diciembre del año pasado, se conoció un hecho en el que un joven que realizaba tareas de cadetería para una heladería de la ciudad, había sido asaltado por dos delincuentes armados. El joven relató en la denuncia que le habían apuntado con un arma de fuego, sustrayéndole aproximadamente 250 mil pesos y su motocicleta, que la había abandonado en el lugar del supuesto robo, en calle 5, detrás del ex refugio canino.
A partir de ese momento, se inició una investigación policial que estuvo bajo la supervisión del fiscal a cargo de delitos contra la propiedad, el Dr. Damián Campos.
Al día siguiente, Comisaría Primera recibe la información de que había una moto 110 cc en estado de abandono en calle 36 entre 11 y 13, la cual resultó ser la del cadete.
Con el avance de la investigación, los oficiales de servicio especial realizaron un gran trabajo para lograr determinar que el hecho delictivo no había existido, ya que las inconsistencias comenzaron a surgir y la situación del joven comenzó a aclararse.
Cuando intentaron localizar al joven cadete, se supo que había viajado a Santa Rosa tan solo un día después del supuesto robo, prometiendo que regresaría pronto, pero eso nunca ocurrió.
Finalmente, el repartidor regresó a la sede policial para retirar su moto, varios días después. Allí, durante una entrevista policial terminó confesando que efectivamente no había existido el hecho delictivo como lo había manifestado. Sino que había inventado el asalto para quedarse con el dinero recaudado porque lo necesitaba.
El joven de unos 30 años no fue ni detenido, ni demorado, pero sí notificado de su expulsión. La motocicleta no le fue devuelta debido a la falta de documentación, estando retenida por infracción.
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