Con sus tiempos y las formas conque Javier Milei elabora sus políticas de acuerdos, más allá que cuando puede, reitera que no le gustan, es evidente que la necesidad tiene “cara de hereje”, como expresa el refrán popular.
El presidente libertario se ha puesto a la cabeza de las negociaciones que le abren un escenario nuevo, no tan “caliente” ni “agresivo” como el que ha venido sosteniendo hasta el presente, frente a los gobernadores que se han mostrado remisos a someterse a los vaivenes de sus políticas, cuyos contenidos están estrechamente ligados a los pensamientos liberales e ideológicamente compartiendo criterios del anarcocapitalismo que el profesa.
Naturalmente, hasta el presente se estaba planteando un tira y afloje, de acuerdo a las necesidades que el gobierno enfrenta al ser minoría absoluta en el Poder Legislativo. Situación que lo ha llevado a tener que negociar, acordar y ceder ante los opositores dialoguistas, fundamentalmente los del PRO, que comandados por el ex presidente Mauricio Macri, ya se han convertido en una fuerza condicionante que Milei pretende -con esta movida- desalentar.
En razón de ello, entre varios integrantes de su staff, con participación activa de Santiago Caputo, materializaron en la jornada del jueves oficialmente al ser publicado en el Boletín Oficial: el Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas.
Una medida para atender las deudas con las provincias. Se trata de un sistema opcional, mediante el cual las provincias y Nación podrán negociar la cancelación de deudas con bienes nacionales, como tierras, empresas o rutas.
Si bien todo está en la etapa del análisis y consideración de los Estados Provinciales que resultan acreedores del Estado Nacional, el presidente Javier Milei junto al ministro de Economía Luis Caputo expresaron: “Es la implementación de un nuevo sistema de pago de deudas provinciales, que de lograrse asegura lograr respaldo en el Congreso y morigerar las diferencias” que -en muchos casos- mantiene con diferentes gobernadores.
Detrás, en Economía, hacen cálculos para librarse de terrenos que provocan déficit. El equilibrio fiscal está en el centro de la estrategia política. “Ganamos todos”, dicen en la Casa Rosada, aunque los mandatarios aún no se expidieron. Y ese “ganamos todos” deberá ser compartido.
Y volvemos a las decisiones que Milei toma basado en las necesidades inmediatas, haciendo un borrón y cuenta nueva de las denostaciones, insultos y amenazas que desde los primeros días de su mandato ha proferido contra aquellos que, fieles a sus principios y al poder que les delegaron los votantes de sus provincias, se comprometieron a defender los derechos e intereses de toda la comunidad regional.
Javier Milei apuró el lanzamiento de un sistema para empezar a pagarles deudas de la Nación a las provincias “en especias”. Un plan que aún estaba en ciernes y se aceleró como parte de la estrategia de contención de los gobernadores frente a las batallas que se vienen en el Congreso.
Para concertar acuerdos hay plazos de 30 días y de no lograrse en ese término se apelaría a una ampliación a 60 días.
Resulta difícil presuponer qué rumbos tomarán los gobernadores. Varios de ellos han manifestado que es “importantísimo que se haya abierto una puerta de negociación”, dado que en muchos casos, como ejemplo válido La Pampa, La Rioja, entre otros que tienen cortados todos los canales de comunicación con el poder central, y como el caso de nuestra provincia, padecen los efectos de una fuerte contracción del gasto al que se vieron obligados por las medidas dispuestas por el Gobierno Nacional.
Es indudable que abiertos los canales, siempre existen oportunidades. Un hecho incontrastable es que Javier Milei no quiere perder y, en este caso, sus expresiones así lo reflejan, dado que los planes, según lo trascendido, son desprenderse de todo aquello que representa un costo que, de tener que atender, podrían verse afectados los indicadores del déficit cero y podrían incidir negativamente en el superávit fiscal.
Detrás del diseño de la medida, como en todas las iniciativas de peso de Milei, estuvo el asesor del Presidente, Santiago Caputo, que monitoreó desde las sombras el desarrollo del plan. <EM>En la práctica, lo ejecutaron entre el ala política que lidera Guillermo Francos (con Lisandro Catalán en las negociaciones y el vicejefe de Gabinete, “Cochi” Rolandi, en el armado técnico del decreto); y los titulares de Hacienda y Finanzas, Carlos Guberman y Pablo Quirno, encargados de trabajar los aspectos presupuestarios y financieros.
Ya está abierta la oferta y la demanda. Todos tienen intereses, diferentes de acuerdo a la calidad de sus necesidades. Las provincias necesitan equilibrar sus finanzas, Nación afirmar poder para lograr las leyes que necesitan.
Alguien dijo: “Todos en la cancha”. Se acabaron los tiempos de la confrontación. Javier Milei marcó el inicio de un nuevo panorama. Guste o no, su innata picardía le ha permitido -hasta ahora- tener siempre la iniciativa.
Habrá que observar el futuro.
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