MARTES 01 de Abril de 2025
 
 
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“El camaleón”...

Ratificó plenamente la característica de sus estrategias distorsivas, de ir, venir, blanco hoy, pero puede ser negro a las 24 horas, lisa y llanamente la figura del “camaleón”, tal como lo definen: “Persona inconstante o astuta, que cambia de opinión o actitud por conveniencia; chaquetero, oportunista, veleta”.

La triste realidad del gobierno y personalidad de Javier Milei.

El verdadero “camaleón es un reptil -saurio que posee la facultad de cambiar de color según las condiciones ambientales”. En la situación que hoy comentamos es: “Persona que tiene habilidad para cambiar de actitud y conducta, adoptando en cada caso la más ventajosa”. Ninguna diferencia con aquello que promueve el gobierno mileista.

Les puede gustar o no, pero es una autenticidad que trasciende de la estructura que ha logrado conformar el presidente liberal-libertario-anarcocapitalista Javier Milei y que todos los que están enganchados en esa “teta” del Estado libertario, siguen como sumisos “eunucos”.

No es la primera vez que algún miembro del gobierno de Milei establece o acuerda determinadas acciones en torno a peticiones que están dentro de los parámetros legales y responden a la necesidad de lograr un equilibrio -en este caso comercial- que permita poner fin a una disposición que cercenaba y perjudicaba al empresariado de la carne pampeano. Pero dejaron de lado que finalmente decide Milei y siempre lo contrario.

Este tema, tras más de dos décadas, que generaba un antiguo reclamo de La Pampa ya que la provincia está declarada libre de aftosa, pareció que con la publicación en el Boletín Oficial de una resolución firmada por el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Pablo Cortes.

El acto administrativo 180/2025 modificaba las condiciones sanitarias para el ingreso de carnes (con o sin hueso), productos cárnicos y material reproductivo, desde las zonas libres de fiebre aftosa con vacunación hacia regiones del país donde no se aplica la vacunación.

La satisfacción de haber logrado que un reclamo de más de 20 años fuera escuchado y reconocido como válido, más allá de las medidas y normas que pudieran surgir cuando se estableciera la reglamentación adecuada, abría las puertas a un anhelado reclamo de los frigoríficos que se veían notablemente perjudicados, frente a sus iguales de las provincias de Río Negro y Neuquén.

Fundamentalmente son los que ahora presionaron para revertir la medida con una clara acción política, ante la necesidad del Gobierno Nacional de contar con votos para la actividad que esta desarrollando el Poder Legislativo, esencialmente en el acuerdo para darle continuidad a las gestiones con el FMI y el DNU.

Su propósito logró su objetivo “fenicio”: cambiar la disposición por votos. A esta propuesta accedió rápidamente el presidente “camaleón” argentino, a través de su ministro de Economía.

De alguna manera, este suceso que tiene como perjudicada a la provincia de La Pampa, ratifica la “volatilidad” política de quienes, en bandos que se dicen opositores-negociadores, aplaudieron y se hicieron ver en las redes sociales, mostrando beneplácito por la resolución del Senasa. Por caso Ardohain, Maquieyra y Kroneberger.

Cuando el “gran jefe” les bajó el pulgar al estilo “Nerón” los que se dicen gladiadores en defensa de los derechos de los pampeanos, “mutis por el foro”. Por lo menos hubieran disimulado la tremenda sumisión a la que han llegado y rápidamente hubieran hecho conocer su posición.

Pero fue otra muestra del “camaleonismo” de los legisladores pampeanos que responden a Milei.

Una muestra más de la utilización que hicieron del electorado pampeano que depositó en ellos la confianza que las premisas que pregonaban en campaña, para llegar, de defender a La Pampa y los pampeanos, fueron únicamente una estrategia que marcó una conducta que aquellos que pusieron el sufragio deberán analizar a futuro.

Ahora, en un manotazo de ahogado, el titular del Senasa, Pablo Cortés, sale a poner “paños fríos” intentando morigerar la frustración de quienes venían pregonando que no se podía mantener la barrera comercial, que oficiaba de “aduana interna”; se sientan más calmos, les da un “chupetín”: armar reuniones entre los gobernadores interesados en esta cuestión -ya sea a favor o en contra- y buscar una reglamentación y normatización que permita subsanar el litigio.

Y vuelve a cometer otro grosero y mal intencionado error, desconocer al gobernador Sergio Ziliotto, no invitándolo a la reunión de gobernadores y, lo más grave, nuestra un profundo desconocimiento de la norma constitucional que incorpora a La Pampa como provincia patagónica.

Bien decía el General: “Cuando quieras que algo no salga, arma comisiones para que se reúnan, nunca resuelven nada”.

La realidad se impone claramente al relato. El titular del Senasa debería analizar su continuidad porque está en juego la dignidad como persona, cuando establece una línea de acción y su superior lo baja de una cachetada.

Realmente nos sorprendió la resolución, pero nos dejamos llevar por quienes se sintieron complacidos con ver, tras dos décadas de bregarla, que hayan podido -entre todos- darle una solución a un problema que tiende a ser eterno.

Fuimos desconfiados -en un principio- y razón teníamos. Las estrategias de Javier Milei, bien aprendidas por sus funcionarios, prometen “el oro y el moro” cuando necesitan auxilio, pero dependen de la decisión final del libertario, que como se ha dicho en reiteradas oportunidades: “El presidente es el único que decide”... Y todo cambió de color.

Esta es la historia del “camaleón y los camaleoncitos”.

SI QUIERE: ES LA NUEVA ARGENTINA

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