LUNES 31 de Marzo de 2025
 
 
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¿Hasta cuándo se comerán los amagues?

De ninguna manera pensamos que solo nosotros estamos viendo el mecanismo estratégico que tiene montado el presidente Javier Milei y los componentes del “triángulo de hierro”, ahora ya imitado por algún otro funcionario: Sturzenegger, Francos, pero no muchos más.

En casi todos los escenarios de conflicto que tiene montados juega con las chances, oportunidades y necesidades. Son tres elementos que pone en una rara balanza que va brindándole la oportunidad de “apretar, aflojar” para finalmente lograr sus objetivos.

No son errores ni apresuramientos, son “señuelos” que tira en un campo con “rosetas”. Si los afectados reaccionan, busca otras alternativas hasta que puede alcanzar el final de su planificación. 

La reciente decisión de cierre de las delegaciones del interior del país del INTA, desemplear a varios cientos, generó movimientos internos que dieron lugar a reuniones para intentar alcanzar algún punto de equilibrio y evitar que el desguace alcance los niveles pretendidos y fundamentalmente, evitar aumentos considerables del indicador que marca el desempleo existente.

La intencionalidad -que no es nueva, estaba en la Ley Bases- consistía en generar “el cierre de todas las agencias a nivel nacional, que serían unas 300, y poner a disponibilidad más de 1.500 trabajadores”. Según lo programado por Dirección Nacional a cargo de Nicolás Bronzovich.

Esto movilizó a los representantes gremiales y técnicos de todo el país que se concentraron en la Capital Federal y lograron en una mesa de tenso diálogo que el daño fuera menor.

Se logró que solo se van a cerrar cerca de 50 a nivel nacional, principalmente en el AMBA, pero estarán afectadas casi todas las provincias incluida La Pampa, en donde el cierre es inminente y funcionaría una oficina técnica. Los empleados que se quedan sin trabajo pueden optar por ser distribuidos. Avanzó, esquivó y ganó el primer round.

El movimiento logró su objetivo y la demolición ya está en marcha. Es menor, sí, pero solo fue el chupetín consuelo, para el golpe final que sin lugar a dudas es concretar el cierre definitivo, tal como está programado, aunque será en etapas y se presume evitará reacciones.

Ninguna de estas acciones son por fuera de los cálculos presidenciales o del “triángulo de hierro”, si Ud. lo prefiere. Para Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo, es un “laberinto” de opciones, donde siempre están las ganadoras. Nunca se prevén ni tienen en cuenta las pérdidas, porque están consideradas como necesarias para lograr aflojar las tensiones que provocan las acciones disruptivas totales.

Ahora vienen manejando el “plebiscito” presidencial no vinculante. Una opción que existe y que le permitiría al presidente, hoy acuciado por las alternativas del criptogate que ha trascendido lo local para convertirse en una cuestión internacional, intentar recuperar confianza en la ciudadanía que lo mira de reojo, opinando que su comportamiento es igual o peor que el de la que denomina “casta corrupta”.

Lo analiza el “terceto del poder”, porque del resultado se desprenderían -según el resultado- una serie de alternativas, muchas de las cuales no serían favorables a la intención que “dibuja” Santiago Caputo, ideario del operativo, y Javier Milei se mostraría sin respaldo de los mismos que lo llevaron al poder.

De alguna manera más sofisticada es una consulta popular, no obligatoria, que le permitiría saber con meridiana claridad hasta dónde tiene margen de confianza de la sociedad. Naturalmente se descuentan aquellos para quienes todo lo que hace Milei está bien, pero con los cuales no reúne número suficiente para alentarlo a enfrentar las alternativas electorales de un nuevo mandato.

Tras los manejos que afectarían el futuro del INTA, entre “gallos y medianoche”, la Ministro Sandra Pettovello, procedió a comunicar el viernes a última hora, mediante telegramas, los despidos de más de 2000 empleados públicos, directamente relacionados con la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF).
Fin de semana largo, buscando enfriar las reacciones el mecanismo mileiano. Mientras “mirás el desfile, se mandan a robar tu casa”.

No obstante, desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Ciudad de Buenos Aires se denunció esta nueva ola de despidos que afecta directamente a los sectores más vulnerables del país y se han iniciado una serie de reuniones gremiales para realizar presentaciones legales y enfrentar el primer día hábil de marzo para plantear movilizaciones y pedir reunión con la ministro de Capital Humano.

Realidades muy descarnadas que muestran un país que transita demasiados conflictos sin que hasta ahora la recomposición social halla comenzado.

Hay variables que mostrarían hechos positivos pero siguen siendo muy altos los indicadores de pobreza e indigencia. Hoy acentúandose el notorio aumento de los actos delincuenciales y las pérdidas de vidas en situaciones de robo. 

Se percibe un malestar que debería alterar al Gobierno. Al desgaste se le suma la pérdida de confianza y la necesidad que tiene la sociedad de ver acciones que combatan el avance de los sucesos delictivos.

Hoy las encuestas arrojan dos indicadores fundamentales que pide la ciudadanía: seguridad y honestidad. 

Habría que comenzar a escucharla. 
 

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