Santiago Audisio, de ADU, dejó en claro que la comunidad universitaria “viene siendo muy castigada, muy vapuleada, por el gobierno nacional desde el momento que decidió desfinanciar el funcionamiento de las universidades”, indicando que “el desfinanciamiento que se hace no solo es en el funcionamiento, sino también se hace a nivel nacional de docentes y no docentes”.

En la conferencia de prensa de este miércoles, que se realizó en el hall de la sede central de la UNLPam, estuvo presente Luis Tiscornia, secretario gremial de CONADU Histórica, además de dirigentes de organizaciones sociales y estudiantes universitarios. 

Audisio sostuvo que “el tema del financiamiento parecía que estaba saldado cuando hicimos la gran marcha del 23 de abril”, aunque advirtió que eso fue “engañoso” porque se manejó respecto a un presupuesto de 2023 cuando hubo en 2024 pronunciados picos de inflación, además de eso, dijo, “los fondos no llegan a tiempo y de vez en cuando a las universidades, por eso estamos con problemas de financiación y de funcionamiento”. 

Pero subrayó especialmente el tema de los recursos humanos, docentes y no docentes y trabajadores de las universidades, remarcando que “nuestros salarios en lo que va de este año cayeron en un 60 por ciento en nuestra capacidad adquisitiva; y ese porcentaje de pérdida motiva que más de la mitad de las categorías docentes universitarios y preuniversitarios nos encontremos por debajo de la línea de pobreza”, y advirtió que la situación de los docentes preuniversitarios es más complicada porque el gobierno eliminó el FONID.

“La situación es sumamente grave”, dijo el dirigente, quien destacó que después de muchos años “estamos todos los sindicatos docentes universitarios unidos, también con los compañeros no docentes”, y adelantó que la semana que viene el paro será de 48 horas (martes y miércoles), más una nueva marcha que se piensa para septiembre. También dejó en claro que “si no somos oídos, corre riesgo el desarrollo del segundo semestre”.

Luego, Leandro Romero, de APULP, trazó un panorama similar al de los docentes respecto a la caída de los sueldos (más del 57 por ciento), con las categorías más bajas no llegando siquiera a la línea de pobreza, y deslizó que la última oferta del gobierno nacional de un 3 por ciento “es una falta de respeto”. 

El dirigente enfatizó especialmente que “venimos en defensa de la educación pública, y este proyecto que están llevando adelante desde Nación, tiene que ver con que se quiere destruir lo que viene construyendo el pueblo argentino con la educación pública”, por eso convocó a toda la sociedad a acompañarlos en el reclamo.

CONADU

Luis Tiscornia, dirigente de CONADU Histórica, describió que después de dos meses el viernes pasado tuvieron una reunión paritaria, y que ninguna de las propuestas salariales fueron aceptadas por el conjunto de los gremios, advirtiendo que los incrementos fueron resueltos por decreto, siempre por debajo de la inflación, generando un desfasaje mayor al 55 por ciento que es la base del reclamo que vienen llevando adelante. 

“Hay 60 universidades nacionales en el país -dijo- dependemos de Nación; son 2 millones de jóvenes que estudian en la universidad estatal; somos 160 mil docentes, unos 200 mil cargos, y unos 50 mil no docentes, y eso explica, en este fanatismo de querer achicar, de querer ajustar y destruir, la inquina que se tiene con las universidades nacionales en relación a lo que fue y es el presupuesto, y lo que son los salarios”.

“Sin salarios dignos no hay universidad pública, dicen los no docentes, y eso es verdad”, enfatizó, remarcando que “el reclamo es esencialmente justo y está en juego nuestra situación como trabajadores”. “Quieren vaciar a la universidad”, dijo, y como dato, reveló que “el 70 por ciento de la investigación científica en el país se hace en las universidades públicas, y sin desarrollo científico-tecnológico no hay autonomía económica ni política hoy, y eso es lo que está en juego”. 
 

Agencia Santa Rosa