En primer lugar, Claudia, la menor de los ocho hermanos, indicó que “la última vez” que lo vio a Diego fue antes de la pandemia de coronavirus: “Lo visitábamos en la casa de Bella Vista”.
La mujer describió que concurrió a la clínica Olivos cuando “Pelusa” fue intervenido quirúrgicamente por el hematoma subdural y que estuvo presente durante la reunión donde se decidió la externación.
“En la clínica no tuve contacto con ningún médico de mi hermano, pero al único que conocía era a Luque. Lo ví en el verano de 2019”, dijo Claudia, quien aseguró: “Del encuentro participaron las tres hijas, Verónica Ojeda, el neurocirujano y Cosachov. Nos juntamos en la cafetería”. Y resaltó: “Charlamos sobre la posibilidad de llevarlo a una casa o que siga el tratamiento en una clínica”.
En este sentido, Claudia opinó que “la internación sería difícil” dado la complejidad de su salud y que, por ese motivo, “se decidió llevarlo a la vivienda del country San Andrés”, pero “no recordó quien lo dijo”.
Cuando el ex técnico de la Selección argentina y Deportivo Mandiyú falleció el 25 de noviembre de 2020, la familiar destacó que su hermana Rita le comentó que “se descompensó” y que, al llegar al barrio cerrado, “ya estaba muerto”.
“Tras la muerte, no volví a tener contacto con Luque y el resto del personal de salud”, agregó, a la vez que sostuvo: “No me gustó verlo mal el día de su cumpleaños. Lo ví viejito y con tristeza”.
Con respecto al trabajo de los siete acusados por el presunto homicidio simple con dolo eventual, opinó que “no tiene un concepto ni bueno ni malo” y que Maximiliano Pomargo, Vanesa Morla y la cocinera “Monona” lo acompañaban.
“Maxi hacía las compras, estaba cerca de Diego. No sé cómo llegó a conocerlo. La cocinera, además, se encargaba de bañarlo”, afirmó Claudia durante su testimonial.
Por su parte, Ana, de 74 años, sostuvo que “no tiene relación con Dalma y Gianinna” porque ellas “se distanciaron”.
De acuerdo a su relato, “Diego era de carácter fuerte. A veces se dejaba atender y otras no. Se dejaba atender por Luque”. “La última vez que lo ví fue en Olivos después de la cirugía. Estaba bien. Me dijo que le dolía el alma”, reveló Ana.
La mayor de los ocho hermanos manifestó que “las hijas decidían qué hacer” con el ídolo argentino porque ‘ya eran mayores’: “Ellas me dijeron que murió”.
En cuanto a la cirugía de la cabeza, reconoció que no sabe si el neurocirujano Leopoldo Luque lo operó.
“Tras la operación del hematoma subdural, llegó a la casa de Tigre caminando acompañado de mi sobrino Jonathan. Puso la tele para ver un partido”, consignó Rita durante su testimonial. Además, resaltó que “dos o tres días antes de la muerte se restringieron las visitas” al country de Tigre: “Creo que las hijas decidieron eso”.
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