SÁBADO 07 de Septiembre de 2024
 
 
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“Oposición por oposición misma...”

Esta definición no nos pertenece y ha sido utilizada en reiteradas oportunidades por diferentes sectores de la política nacional, de distintos colores e ideologías.

El significado claro que no admite demasiadas interpretaciones, es un posicionamiento cerrado, sin ofrecer otras alternativas concretas para dilucidar una cuestión que resulta realmente compleja por las implicancias que se derivan de no poder lograr una solución acordada.

Sentirse diferente, oponerse o “resistirse” a la opinión que puede o no ser mayoritaria es una “excitación motivacional”, como señala la teoría de la reactancia psicológica. Cuando una persona o varias, se siente/n amenazadas y muestran un alto grado de inseguridad, se cargan de energía con la oposición, llegándose a ver cómo con razones o sin ella, pretendiendo mostrar poder”.

Es un hito importante y a tener en cuenta cuando una parte de la sociedad percibe que existen reparos, se inventan excusas, se argumenta sobre lo conceptual de determinadas normas jurídicas y o constitucionales, para hacer fuerte y sólida una negativa que le cierra la puerta a las necesidades de otra gran parte del tejido social que necesita -en estas circunstancias- consensuar la ayuda que se requiere.

En La Pampa -aunque no es el único caso que se conoce en este último tiempo- la Cámara de Diputados de la provincia, fue y es el escenario en donde se está jugando una pulseada política en detrimento de un sector de la ciudadanía que, por diversas circunstancias, se encuentra en una situación que raya en la desesperación, atento al efecto de una cuadro económico que los ha reducido a la indigencia más rigurosa de los últimos años.

Resultaría fácil la crítica, atento a que existe un sector que promueve una fórmula y otro que se niega, entendiendo que se vulneran principios constitucionales, pero no brinda opciones que, sin poner en juego ideología ni poder político, procuran un acuerdo para paliar una necesidad indiscutible.

La idea es señalar esa dicotomía, donde pretenden que por un lado se los vea interesados en una solución, y por otro no aportan más que un posicionamiento en que se materializa únicamente el marcar “Nos necesitan ahora nos hacemos valer”... Poco para decir, mucho para pensar a quiénes tienen los pampeanos para defender sus derechos y brindarles las mejores oportunidades que un país incierto y muy complejo ofrece.

En el caso provincial, los bloques denominados opositores señalaron en un comunicado: ‘‘Ante la convocatoria a la Sesión Ordinaria de la Legislatura Provincial, los Bloques de la UCR, PRO - MID y CO, en uso de la facultades que la ley y la Constitución Provincial nos confieren, decidimos no dar el quórum necesario para sesionar. La decisión fue tomada luego de que el bloque oficialista confirmara, durante la reunión de Labor Parlamentaria, que el Proyecto de Ley de ‘Creación del Impuesto Solidario’ sería tratado como Ley General y no como Ley Especial”.

El nudo de la cuestión es una interpretación reglamentaria entre “general o especial”. Se supone algo como así como: “pisá la raya si podés”. Pareciera el juego juvenil de las épocas escolares, no una discusión seria y responsable donde se pretende fuentes de financiamiento para el Fondo Alimentario Extraordinario Provincial que se intenta crear, sin incrementar la presión tributaria sobre todos los contribuyentes pampeanos.

Los sectores que se opusieron y no dieron quorum sostuvieron: “Que se haga cargo el oficialismo, ellos han sido quienes generaron impúdicamente la pobreza y la indigencia en la provincia de La Pampa”. Una fácil argumentación, donde procuran mostrarse como “impolutos” ante la sociedad pampeana, en especial hacia aquellos que requieren de este auxilio y con el beneplácito de los que protegen, porque en esta oportunidad serían quienes deberían hacer los aportes.

Es incuestionablemente una “tenida” política, en la que se pretende mostrar fortalezas, donde debería estar presente el sentido de solidaridad hacia el prójimo, donde -no dudamos- hay muchos que acudieron a las urnas y les pusieron el voto pensando que serían defensores, no de un aspecto constitucional, que fácilmente podría salvarse, sino de sus destinos como integrantes de la comunidad pampeana.

Dijeron los sectores disidentes “defendiendo la Constitución”, defienden “al pueblo pampeano”. En razón de ellos citamos el Artículo 28 de la Constitución Provincial: “Los habitantes de la Provincia tienen el derecho a gozar de un ambiente sano y el deber de conservarlo y protegerlo en su provecho y en el de las generaciones futura”. Con esta actitud poco se hace para lograr este objetivo.

En realidad las Constituciones, tanto Nacional, como Provincial, tienen como uno de los paradigmas que les brinda solidez y razonabilidad de ser el órgano rector, cuidar primordialmente del habitante del territorio nacional, brindándole todo aquello que permita se desarrolle en óptimas condiciones como eje primordial para tener futuro.

Esto no se logra no dando quorum, más allá que resulte un recurso legal normativo de funcionamiento. Lo esencial es superior a esa cuestión argumentada y sin ideas nuevas.

Las y los pampeanos esperan otra actitud de sus legisladores.

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