LUNES 31 de Marzo de 2025
 
 
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¿Que saldrá de la licuadora?

Se lo está preguntando gran parte de la sociedad ante los “entuertos” que se están produciendo buscando “plafón” para las futuras elecciones legislativas.

Las fotos que se dan a conocer parecieran ser los “contratos”, aunque en realidad no es más que una gráfica que genera diversos comentarios de la clase política, que hoy, ha dejado de la problemática del país para lograr el espacio que le permita permanecer en el estadio del poder.

Son parte de estrategias que van elaborando los distintos sectores de la política nacional a los efectos de poder obtener acuerdos que sumen votos en las próximas elecciones.

Llama poderosamente la atención que ellos negocian, evalúan, procuran acordar, pero nadie define nada, porque en realidad todos se desconfían y saben que nada de lo que se haya convenido con el gobierno de Javier Milei, ha tenido duración, solo fueron circunstanciales y a medida de las necesidades electorales.

El presidente libertario ha logrado -hay que reconocer la habilidad demostrada- captar las intencionalidades de quienes mantienen alguna reunión con el “triángulo de hierro”, ámbito, junto a la actividad en solitario del Jefe de Gabinete, el político Guillermo Francos, para saber hasta dónde alcanzan las ambiciones personales de esta “clase política” que se dice nueva, pero que demuestra tener todos los egos que mostró durante los últimos años la tradicional.

Es un “teorema” poder encontrar una línea de coherencia entre lo que quiere Mauricio Macri, titular del “deslucido” PRO y aquello que puede ofrecer que resulte atractivo para el presidente Milei. Hoy, la realidad indica que el ex presidente “amarillo” está solo, no cuenta con un respaldo electoral que tenga significación y despierte interés en quienes giran a su alrededor.

Juegan solos Ritondo, Larreta, Santilli, por supuesto Bulltich que está a un paso de pasarse definitivamente a las líneas de LLA. Gobernadores del PRO, legisladores tanto en Diputados como en el Senado, que ya están procurando alcanzar fortalezas con grupos que mantienen alguna coincidencia ideológica y que necesitarán votos para mantener poder.

Se reúnen, hay foto, sonrisas y luego aparecen los trascendidos que -naturalmente- tienen origen en los asistentes a esta reunión a la que se ha pretendido dar una trascendencia que realmente no tiene. “Hasta dónde hay que creerles”... dijo uno de los presentes. El interlocutor -según dicen- respondió: “Hay que sonreír y esperar, no queda otra”.

Si esto es realidad -no tenemos porque dudarlo- los que se quedaron en la mesa, los dueños de casa, se habrán restregado las manos, pensando “ya los tenemos”. Ni una cosa ni la otra. Todos juegan con cartas marcadas. Pero existe una realidad, están subestimando al enemigo pensando que ellos son claros ganadores. Y como decían los “veteranos”: “No se puede comer la liebre hasta que no se cace”.

Todo indica que Milei y Macri miden fuerzas, mientras se disputa la hegemonía del PRO en CABA y un acuerdo en Buenos Aires.

El presidente y el jefe del PRO no charlan personalmente desde hace tiempo, y mantienen una guerra fría en la Capital alimentada por Karina Milei y el jefe de Gobierno. 

Es evidente que las actividades desarrolladas por Jorge Macri, Jefe del Gobierno de la Ciudad están marcando una cancha donde pueda hacer su juego con posibilidad de mantener la hegemonía política. 

Los casilleros no tienen nombres, solo señalan los lugares que deberían ocupar quienes tienen aspiraciones de mantener o incrementar el poder que hoy detentan. 

De Milei no existen dudas y se sabe que trabaja para el 2027, quiere repetir y consolidar su imagen internacional de líder liberal. Jorge Macri está en una nube manejando opciones, proviene de un sector político que ya fue gobierno y desarrolla su actividad actual mostrando sus apetencias a futuro.

Mauricio Macri podrá tener un premio consuelo, por lo menos así parece ser hoy su futuro, una diputación o senaduría sería su destino. El resto aún no está definido.

Quedan enfrente los opositores que están analizando las oportunidades que puede otorgarles la ausencia del consenso del oficialismo con sus colaboradores de otras plataformas políticas. 

También allí luchan quienes pretenden no ser ignorados a futuro y quienes tienen peso propio en el denominado núcleo duro, pero que muestran un marco de negatividad social que -por ahora- los relega, dígase Cristina Fernández de Kirchner.

Todos están en una enorme mezcladora, evidenciando una ausencia notoria de dignidad personal, solo les interesa el poder y mantenerse junto a la “teta de la vaca Estado”.

Dudas, escasas certezas, negociaciones y, por ahora, solo eso. 
 

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