Como ocurrió anteriormente, esta última jornada también convocó a una numerosa cantidad de vecinos y vecinas que se prestaron a compartir un día diferente en total contacto con la naturaleza.
Por un lado, el Taller de Iniciación a la Pesca reunió a niños y niñas interesados en esta disciplina en el Centro Interactivo, un sitio ideado para el aprendizaje y la concientización que promociona la protección y conservación del ecosistema.
Los paseos en kayak fueron lo más convocante de la tarde, alternativa de la que también participaron integrantes de la Selección Argentina de Natación para personas con síndrome de Down, que se encuentran entrenando en nuestra ciudad.
En la misma línea, las y los visitantes realizaron un safari nocturno, donde ellos y ellas transitaron por un sendero rodeado de pastizal autóctono, descubriendo los sonidos del ambiente y reconociendo la fauna y flora nativa.
En simultáneo, se llevaron a cabo actividades deportivas y de esparcimiento como newcom y tejo. Para cerrar, todos y todas se encontraron alrededor del tradicional fogón.
Cabe destacar que la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos y la Dirección de Arbolado y Parques Urbanos, de quien depende la Reserva, han trabajado intensamente en el mantenimiento y embellecimiento de la misma, con el objeto de que las y los visitantes puedan pasar un día en un ambiente limpio y confortable.
Una experiencia completa
Fue Margarita Cervio, trabajadora de la Dirección mencionada, quien coordinó la propuesta y, a modo de balance, expresó: “Podemos decir que estamos muy contentos con la respuesta de la comunidad, iniciamos con un cupo de 20 personas y terminamos con más de cien. Fue un desafío, pero sabíamos que muchas y muchos piquenses no se habían podido ir de vacaciones y teníamos que ser una opción”.
“La gestión hizo una gran inversión en kayaks y tablas, entre otros elementos, para poder ofrecer esas actividades de manera gratuita, cosa que no pasa en otros lugares del país, ya que esos servicios se cobran. En este caso, preservamos el derecho a la recreación”, afirmó.
Y destacó: “Lo que más satisfacción nos da es que vino la familia completa, desde bebés hasta adultos de más de 90 años, quienes disfrutaron de estos paseos incluso desafiando sus miedos”.
“Vimos la conexión con el ambiente que mantuvieron, esa apropiación que hicieron de este lugar y nosotros pudimos mostrárselo desde la preservación y transmitirles la importancia que tiene esta Reserva Natural y los humedales”, refirió.
Cervio añadió: “Cerramos estos encuentros, pero los fines de semana, de 14 a 20, pueden venir a realizar paseos en kayak, donde previo a ello las y los asistentes recibirán una charla para sumar conocimiento sobre cómo desenvolverse durante el recorrido”.
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