En efecto, los bahienses dominaron las acciones durante buena parte del compromiso, apoyados en el buen despliegue de Jouglard en el medio, los desbordes de Monti y Zanzi por las bandas y la movilidad de Monteverde arriba, que representaron un problema casi sin solución especialmente en el primer tiempo.

Con Palavecino dando batalla casi en soledad en el medio, sufriendo en defensa por los laterales y sin la presencia ofensiva que lo caracteriza -no tuvieron buenas tardes Nagore, Guinchinao ni Ovando- al local se le hizo cuesta arriba el juego desde el vamos. Tanto, que la figura terminó siendo su arquero Lautaro Guaraglia.

Ya a los 6 el visitante estuvo cara a cara con el gol, cuando Roa cruzó un centro desde la izquierda para la entrada por el segundo palo de Zanzi, cuyo remate dio en el travesaño, y a los 12’ De Olivera perdió con Monti -lo fue a apurar en la salida- y la pelota dio en el palo y cruzó toda la línea, como para dejar en claro quién estaba más cómodo con el trámite.

Un par de atajadas de Guaraglia -un tiro de Arce desde afuera y una doble intervención mano a mano con Monti- y un centro de Zanzi que cruzó toda el área chica sin que Portillo pudiera rechazarla ni Roa empujarla -la pelota picó antes y desairó a ambos- configuraron las otras acciones de riesgo del “Chivo” antes de los primeros 20’.

Así y todo, All Boys se puso 1-0 a los 23’, en su primera llegada: Servetto ganó un cabezazo y habilitó a Ovando por la izquierda, el ex Estudiantil la siguió con un centro al área chica y el propio Servetto la completó con un cabezazo goleador que anticipó la salida de Torres y el cierre de Der Meguerditchian.

El tanto no alteró el rumbo del juego, porque con tenencia, claridad y movilidad, los de Rosell continuaron manejando la pelota, aunque ya sin tanta profundidad (apenas un tiro de Roa desde afuera que exigió a Guaraglia). 

En el complemento All Boys emparejó algo más las acciones, aunque otra vez Liniers disfrutó de la primera, cuando Monti protagonizó un buen desborde por la izquierda y metió un centro al punto del penal que Palavecino terminó sacando justo antes de que Monteverde la empalmara con todo el arco de su disposición.

Guinchinao pudo haber ampliado la distancia en un par de ocasiones -remate desviado por Torres y definición por arriba con el arco libre- antes de que lo hiciera finalmente Jerónimo Gutiérrez, quien le ganó el cierre a Der Meguerditchian y desvió con la cabeza un gran centro de Portillo a los 79’.

Parecía entonces que la tarde/noche iba a terminar con una sonrisa plena en el “Auriazul”, pero no: el encendido de bengalas de sus hinchas primero y un corte de luz luego obligaron a una suspensión de más de 10 minutos, con el consiguiente freno que eso supuso para un equipo que, a esa altura, había tomado una ventaja muy amplia para lo que había pasado en la cancha.

Y cuando ya iban 99’, Mariano Mc Coubrey apareció por el medio del área para conectar un centro sin marcas y clavarla abajo, vulnerando a Guaraglia y ratificando que la serie está lejos de estar cerrada. Aunque claro: la gana All Boys.

Agencia Santa Rosa