Artur Beterbiev y Dmitry Bivol protagonizaron el sábado la pelea más esperada del 2024, y no defraudaron. En un combate en el que podría haber ganado cualquiera de los dos, el ruso-canadiense mantuvo los títulos del Consejo Mundial de Boxeo, la Organización Mundial de Boxeo y la Federación Mundial de Boxeo y le sumó el de la Asociación Mundial de Boxeo para ser el nuevo campeón indiscutido de los semipesados.
Fue una verdadera locura la noche de la Riyahd Season en Arabia Saudita y los fanáticos quedaron encantados con el espectáculo. Hubo dos invictos arriba del ring cada uno cedió algo: Bivol ya no tiene el récord impoluto y Beterbiev sigue invicto pero es la primera vez en 21 combates que no logra noquear. Paradójicamente las dos virtudes más sobresalientes de Beterbiev son la pegada brutal y la capacidad de aguantar golpes sin ningún tipo de sobresaltos. Esto configura un estereotipo de boxeador que no luce demasiado; no finta ni esquiva mucho, le entran casi todos los golpes y permanece inmutable, y parece que busca el KO en cada arremetida.
Fue la primera vez que una pelea suya llega a las tarjetas y, aún así, no estaba seguro de su victoria. Fue por decisión de la mayoría ya que las tarjetas arrojaron un 114-114, 115-113 y 116-112, y fue un resultado exagerado, quizás injusto.
Bivol comenzó manejando las dos primeras vueltas con buenas combinaciones, tirando mucho el jab para impedir la salida de la derecha de Beterbiev y con muchísima movilidad. Promediando la tercera vuelta Beterbiev encontró su distancia y utilizó un recurso simple pero efectivo: son un simple paso-saltito hacia su derecha cambiaba el ángulo de entrada y obligaba a corregir a Bivol. Así dominó hasta la séptima vuelta, cuando Bivol volvió a la carga porque se intuía debajo en las tarjetas.
Saliendo con contras rápidas y de más cantidad de golpes logró inquietar a Beterbiev, que no podía defender luego de iniciar el ataque; quedaba a merced de lo que su quijada fuese capaz de resistir, y resistió todo. Los dos últimos asaltos fueron dinamita pura y ambos púgiles demostraron ser capaces de sostener la intensidad hasta último momento cuando el resultado en las tarjetas es incierto. Bivol no logró meter una mano que haga temblar a su rival y Beterbiev no pudo seguir con su ratio de KO, pero fue un peleón y seguramente habrá revancha.
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