Boca tropezó estrepitosamente en Córdoba. Belgrano le ganó por 2-0 al renovado equipo con el que Diego Martínez intentó patear el tablero y terminó la noche con una fiesta mientras del otro lado el Xeneize sucumbió hecho una lágrima, y con un insoportable clima de fin de ciclo. No fue una sorpresa así que el entrenador anunciara, en la conferencia post partido, que presentó su renuncia.
Un soporífero PT mostró a un local más cercano del arco de Brey pero sin generar peligro. El ST arrancó con una tónica completamente distinta. Delgado estrelló un centro en el ángulo hasta que Figal metió mano ante un disparo de Fernández que requirió VAR para que Arasa cobrara penal. Franco Jara perdonó a Brey, que tapó arrojándose a su derecha, pero tuvo una segunda chance tras el rebote y no falló.
Boca no apareció más y Belgrano lo bailó a su antojo.
El local se perdió el segundo con dos tiros en el poste en la misma jugada -de Jara y Compagnucci- y, a los 23, amplió Uvita ernández con un sablazo a la izquierda de Brey después de un pase atrás de cabeza de Rébola.
El Pirata logró así un presente inmejorable antes del clásico con Talleres y Boca quedó hundido en una crisis que le demandaba decisiones drásticas. Martínez recogió el guante y, en una escueta rueda de prensa, confirmó que pegó el portazo. Se vienen horas movidas en el Mundo Boca.
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