El Pesebre viviente fue interpretado por los niños de la catequesis, sus familias y vecinos de la ciudad, recibiendo a casi un total de 300 personas disfrutando con sus reposeras, mates y tortas pese a las condiciones climáticas del sábado por la tarde.

Los catecumenos, este año, han compartido la importancia de la humildad, el amor al prójimo y la perseverancia en la oración. 

La catequesis fue disertada por Melina Scheffer y Martín Portillo, junto a su Equipo de Colaboradores: Ramón, Dora, Carina, Diego, Marcela, Gabriel y Padres, quienes definieron que la catequesis no es solo una clase, es una siembra de la semilla de la Fe en los corazones de los niños, niñas y adolescentes, siendo una semilla que con el tiempo dará frutos abundantes. 

Es un espacio donde aprenden a conocer a Jesús, a amarlo y a seguir sus enseñanzas, preparándolos en el camino de la Fe, comprometidos con la construcción de un mundo más justo y solidario. 

Como dice Jesús: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”.

Esta Comunidad de Santo Cura Brochero saluda a todas las familias y vecinos de nuestra ciudad, en cercanías de la Navidad, un tiempo de paz, amor y esperanza. Siendo un momento ideal para reflexionar sobre el significado profundo de la Fe y para renovar nuestro compromiso con Dios y con nuestros hermanos; llena de bendiciones y un año nuevo colmado de alegría, salud y prosperidad.