Tras el efímero triunfo sobre el veto, llevándose puesto a los jubilados por una parte y arrastrando la escasa valoración política que le va quedando al rezago radical, los legisladores de la Cámara Alta volvieron a mostrar que el y tiempo de “bonanza” a los actos del presidente libertario se están terminando aceleradamente.

Ya no se trata de medir ideológicamente a los sectores en pugna, ahora es el momento de comenzar el oficialismo, a pensar, que debe meterse de lleno en el tema político, dejando de lado los insultos, las denostaciones para aquellos que no piensan como ellos, o los agravios personales y partidarios para gobernar con todos y para todos.

Es evidente que, más allá de las coincidencias que se puedan tener o no con muchas de las acciones del gobierno libertario, las imposiciones y el pretendido sojuzgamiento que Javier MIlei, Karina y Santiago Caputo pretenden de sectores políticos llamados opositores y de sus representados, tienen que terminarse para que el cambio que pregonan pueda concretarse.

Ha llamado poderosamente la atención el informe cordobés que hace expresa referencia a la “inestabilidad psicológica” del presidente Milei, dados que surgen de la opinión de algunas encuestas e informes que han señalado desde el marco de la formación profesional que muchas de las actitudes del libertario obedecen a desequilibrios que deberían ser tratados.

En ese marco los datos recogidos en la provincia cordobesa arrojan resultados que señalan un proceso de desgaste que invirtió los indicadores de positivos a negativos, con tendencias -según los sectores consultados- a mayor caída.

El frente de batalla planteado por el gremio aeronáutico, la determinación de los paros, que están afectando a mas de 37 mil pasajeros que debieron cambiar,uno sus pasajes, otros directamente los perdieron porque eran por razones laborales que quedaron postergadas o anuladas, son claros signos de un endurecimiento social-gremial que nadie puede predecir cuando ni como termina.

En el ámbito del oficialismo el internismo continúa a “full”. A las denuncias formuladas periodísticamente hacia la MInistra de Seguridad, Patricia Bullrich a quien la piden resigne de sus funciones al actual Jefe de la Policía Federal y al vocero ministerial, se le debe sumar la denuncia contra la figura de Sandra Pettovello, titular de Capital Humano, por retener 20 mil computadoras para universitarios en un galpón de Tortuguitas.

Esta inexplicable situación similar a los alimentos guardados y sin distribuir se registra, desde diciembre de 2023, cuando el gobierno tenía que repartir 20 mil netbooks que le prestó al Correo y fueron devueltas.

Todo raro, confuso, donde aparecen situaciones claras de ineficiencia, incapacidad o autoritarismo mal utilizado.

El gobierno estaría preparando el terreno para concretar varios centenares de despidos del personal de Aerolíneas Argentinas, entre otras áreas para dar por terminado con los paros que entienden obedecen exclusivamente a un interés sindical por no perder sus privilegios.

Aunque de toda esta confrontación los únicos perjudicados son los pasajeros que no pudieron hacer uso del transporte y de ellos nadie se preocupa. Los muestran, entrevistan periodísticamente, pero no dejan de ser las víctimas del conflicto que enfrenta el gobierno.

La otra medida que se menciona -tomaría Javier Milei- sería la de utilizar nuevamente el veto para anular lo determinado en el Senado el día jueves., relacionada al financiamiento universitario.

El solo hecho de haber trascendido que podría llegar a ocurrir, ya ha movilizado a las universidades que promueven una reacción callejera, si es que se materializa el citado veto.

Ya se tuvo noción del efecto que produjo la movida universitaria, en razón que no solo se referencia en la presencia de los jóvenes y profesores universitarios, sino en la formal respuesta que tiene de toda la sociedad que se pliega al reclamo.

Aquello que se avecina es un temporal con tormentas muy fuertes, dadas las condiciones ambientales que no son las mejores para el futuro inicio de la primavera.

Ayer hubo un interesante cruce televisivo entre Cristina Fernández de Kirchner y el presidente Javier Milei. Una exposición discursiva de la ex presidente y vice, donde respondió a las alusiones personales realizadas por el libertario Javier Milei.

Más tarde desde la rural el presidente expuso y argumentó, procurando desvirtuar lo dicho por Cristina, entableciéndose un cruce interesante pero que no agrega nada a todo aquello que hemos visto y oído hasta el presente.

Dos escenarios diferentes, con distintos públicos aplaudidores, pero una mínima parte de la sociedad vive el desencanto y los efectos de una decadencia socioeconómico, que hasta ahora nadie ha podido revertir.

El país está requiriendo consenso, coincidencias, acuerdos, es el reclamo de 47 millones de habitantes que hoy no ven ni crecimiento ni futuro.