DOMINGO 03 de Noviembre de 2024
 
 
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Gallinero alborotado...

La crisis interna que envuelve constantemente al gobierno de Javier Milei sigue en su máxima expresión. Mientras el primer mandatario en una de sus entrevistas guionadas sostuvo que “Nosotros no somos manada, hay plena libertad, en qué papel estaría yo si prohibo aquello que es decisión personal”, intentando desligarse de una acción irresponsable de sus legisladores, en otra parte de la entrevista dice: “Es evidente que yo, eso que ellos hicieron, no lo haría”, refiriéndose a la visita que tres legisladores de La Libertad Avanza, Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta y Guillermo Montenegro, en auto oficial de la Cámara de Diputados, hicieron a Astiz y otros genocidas de la Dictadura, en la cárcel de Ezeiza.

Las reacciones fueron inmediatas, denostando y criticando a los diputados que habían realizado oficialmente el viaje, dado que fueron en una combi del Congreso a visitar y dialogar con detenidos de la dictadura que cometieron y fueron condenados por delitos de lesa humanidad.

Sería difícil presuponer que hubo torpeza, máxime que en esta actitud también ha jugado un papel preponderante el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, quien es el que autoriza este tipo de entrevistas y cede los medios para trasladar a quienes las realizan.

Más nos inclinamos a una hábil movida de Karina Milei, que logra varios de sus objetivos. El primero profundizar la antinomia con la vicepresidenta de la Nación -Victoria Villarruel- a quien se sabe defensora de la clase militar, a la que pertenece por vía paterna, y que nunca negó, por el contrario siempre se manifestó en una cerrada defensa de las Fuerzas Armadas.

El segundo tema, que también estaría en el marco de la estratégica movida de “El Jefe”, es marcar la cancha de los legisladores concurrentes, fundamentalmente de Lourdes Arrieta, con quien quedó en pésima relación cuando la diputada se mostró con los dos patitos en plena sesión y que sirvieron para varias interpretaciones, algunas favorables otras no tanto.

Las declaraciones del presidente le confirmaron a los diputados de La Libertad Avanza que no habrá una defensa cerrada a quienes viajaron a la prisión. De hecho, según fuentes oficiales que expresaron a LPO, “Karina Milei le ordenó a Martín Menem despegarse del escándalo a pesar de que como publicó este medio en exclusiva, utilizaron una combi oficial y la actividad fue registrada por Sharif Menem, secretario del presidente de la Cámara”.

Esta situación dejó al bloque libertario al borde de la ruptura y el enojo por la falta de liderazgos contra el presidente de la Cámara, Martín Menem, que se agudizan ante la dispersión de la “tropa” partidaria.

Los temas candentes no se terminan sino que son la continuidad de actitudes que contrarían los deseos de Karina Milei, que entiende la declaración sobre Francia de Victoria Villarruel fue un acto deliberado para torpedear el viaje de Javier Milei a París. 

La coyuntura fue propicia para que la Secretaria General ignorara la conducción de cancillería, Diana Mondino, y fuera ella quien asumiera la responsabilidad de pedir disculpas al embajador francés en Argentina, por los dichos de la vicepresidenta argentina.

El presidente, en una reciente entrevista con el medio radial Neura, dejó mensajes subliminales que en su boca son futuras acciones: “Sé que tengo que empezar a contar las costillas”, refiriéndose a Victoria Villarruel, sosteniendo que: “Los dichos de ella no son inocentes. Fue a propósito. Fue un tiro de la vice que logramos desactivar”.

La diferencias son cada vez más notorias y se acrecientan ante los proyectos políticos a futuro, 2025, y si las cosas van bien 2027. Nada es fruto del azar y mucho menos “furcios”. Son operaciones bien estudiadas que encierran una clara finalidad: “Marcar diferencias de procederes, más allá de lo ideológico”.

Las divergencias son muy notorias y resultan infructuosos los intentos por disimularlas. El PRO marcando un camino confrontativo que aún no ha fraguado como pretenden sus conductores. La Libertad Avanza que no logra fortalecerse como partido nacional -aún- y siente sus debilidades tanto en el Poder del Estado como en el Legislativo. 

Enfrente, un marco opositor donde no hay nada definido y sin candidato aglutinante que pueda poner orden y recomponer la tropa.

La realidad muestra, claramente, que se avecinan etapas muy difíciles y confrontativas. Hay quienes deberán -o los harán- abandonar ser parte del comando de la nave insignia, mientras otros están probando fortuna arriesgando nombres que -hasta ahora- solo han recogido resultados negativos.

Un gallinero con muchas diferencias de razas políticas en su interior y hablando idiomas diferentes, señalan un mal clima en lo social, económico y político.

Se observan “negros nubarrones” en el horizonte, presagio de tormenta. Argentina sigue desestabilizada y con exceso de incertidumbre por el futuro.

¿No la ven?
 
 

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