Este presente le aseguró ser uno de los candidatos a quedarse con el Balón de Oro. Sin embargo, no será nada fácil quedarse con el galardón, ya que tan solo un guardameta en toda la historia obtuvo el prestigioso premio.

Hay varios factores por los que los arqueros corren en desventaja. En primer lugar, la posición en la cancha. Aquí hay un debate cuasi filosófico, pero muchos de los votantes son reticentes a que el premio al “mejor futbolista del planeta” se lo lleve alguien que usa las manos y no los pies; alguien que usa guantes y se viste diferente a los otros diez compañeros de equipo. Más allá de que la erradicación de la regla de poder agarrarla con la mano cuando hay un pase atrás provocó una evolución muy grande en el puesto, el objetivo del fútbol es meter goles, entonces es muy difícil premiar a los que los evitan. Quienes marcan los tantos son los que se llevan todas las luces, y por ende corren con ventaja.

La convivencia con el error es muy distinta también. Un jugador de campo se puede equivocar muchas veces y la repercusión no será igual que si equivoca un arquero. Los errores de los guardametas casi siempre terminan en gol y es mucho más fácil para ellos quedar marcados en una derrota o eliminación de sus equipos.

Esta situación ha llevado a una lógica indignación por parte del gremio, cuya última gran crítica pública tuvo lugar en la gala del 2022, cuando Thibaut Courtois quedó séptimo en la lista luego de ser campeón de La Liga y la Champions League -donde tuvo una actuación excepcional en la final- con el Real Madrid. El arquero belga fue contundente: “Es imposible que un portero gane el Balón de Oro. No sé si como portero se puede hacer más de lo que hice la temporada pasada”. Y razón no le faltaba, ya que desde 1963, cuando Lev Yashin ganó el premio, tan solo cinco arqueros estuvieron entre los cinco más votados: Dino Zoff fue segundo en 1973; Viktor, tercero en 1976; Oliver Kahn, tercero en 2001 y 2002; Gianluigi Buffon, segundo en 2006; y Manuel Neuer, tercero en 2014.

En el caso particular del Dibu Martínez, hay otras variables que complican su coronación. La primera tiene que ver con el apartado puramente estadístico. Más allá de que su equipo tuvo una temporada histórica, sumando 68 puntos en la Premier League y clasificando al torneo más prestigioso de Europa luego de más de cuatro décadas, sus números en la liga inglesa no fueron los mejores. Recibió 48 goles y mantuvo nueve veces el arco en cero en 34 partidos. Comparándolo con David Raya, el guardameta del Arsenal que se quedó con el guante de oro, recibió 19 tantos más y tuvo siete vallas invictas menos. Además, otro aspecto que le juega en contra es que jugó la Conference League, torneo de tercer orden en Europa que no tiene tanta importancia para los votantes.

Por otro lado está la competencia que tiene. Futbolistas como Vinícius Junior, Rodri, Jude Bellingham o Lautaro Martínez, también tuvieron grandes temporadas en el apartado estadístico y en cuanto a los títulos obtenidos. Además, estos últimos tienen la ventaja anteriormente mencionada de ser jugadores de campo.

Al Dibu le juega a favor su brillante actuación en la Copa América. Fue el arquero menos vencido con un solo gol en contra, tuvo grandes atajadas en todos los partidos que disputó Argentina en el certamen, y fue el héroe en la tanda de penales frente a Ecuador por los cuartos de final, tapándole los remates a Ángel Mena y Alan Minda. Sin embargo, si repasamos los antecedentes cercanos, cuando el marplantese también fue elegido mejor arquero de la Copa América 2021 y del Mundial 2022, no estuvo ni cerca de quedarse con el premio. En la edición del 2022 no figuró entre los primeros 30 y en la 2023 se quedó con el puesto 15, aunque obtuvo el premio Lev Yashin al mejor guardameta del mundo. Con este panorama, las chances de que el arquero de 31 años gane el Balón de Oro son pocas.