VIERNES 18 de Octubre de 2024
 
 
Compartir
Twittear
 

Mujeres poderosas...

Es común que se mencionen a las mujeres como el “sexo débil”, cuando la realidad nos está demostrando que poseen cualidades y fortalezas basadas en inteligencia e intuición que están por encima de los hombres.

Rompen paradigmas, evolucionan de manera personal, hasta hacerse conscientes de sus derechos y consolidan, a partir de ahí, su autoestima y su autonomía.

El sexo masculino ancestralmente era quien tenía todo para ejercer el poder. La mujer ocupaba un segundo plano, destinado a cumplir ciertos condicionamientos que, naturalmente, la alejaban de las decisiones que marcaban los destinos de los pueblos.

Podemos nombrar algunas de las mujeres consideradas más poderosas de la historia, por su accionar y los resultados, no son las únicas pero sí constituyen hitos que deberíamos tener en cuenta: Cleopatra (69 a.C.-30 a.C.)... Hipatia (entre 355 y 370-415)... Ada Lovelace (1815-1852) ...Marie Curie (1867-1934)... Virginia Woolf (1882-1941)... Clara Campoamor (1888-1972)... Simone de Beauvoir (1908-1986)... Rosa Parks (1913-2005).

Las siguió habiendo, y hasta nuestros días hay mujeres que se destacan por sus diferentes actividades y acciones que, de alguna manera se contraponen con la vigencia del paternalismo que durante gran parte del siglo pasado y del presente han sido los que han digitado la vida de las comunidades, con algunas pocas excepciones que comenzaron a materializarse con el inicio de las luchas emprendidas por las mujeres por ejercer los mismos derechos que hoy detenta el hombre.

Los cambios de un mundo que, aggiornado a la par que se materializaba la modernización y el avance de la tecnología, fue transformando un presente que hoy nos señala que en la cima del poder disputan tanto el hombre como la mujer en igualdad de condiciones.

Veníamos los argentinos de una etapa en la que el poder de la mujer se comenzó a fraguar en todos los sectores y que pasó de ser la esposa de, para convertirse en la presidenta argentina y en algún momento, sintiendo los efectos de un poder no manejado atinadamente, se atrevió a decir: “Ahora vamos por todo”. Y desde esa desafortunada expresión hasta nuestros días hubo rotaciones de la autoridad llegando a la mitad del año 2024, cuando se vuelve a plantear la lucha femenina por el ejercicio del poder.

Ellas son Karina Milei, actual Secretaria General de la Presidencia, y Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado.

Entre ambas se ha desatado una suerte de disputa, utilizando mecanismos y estrategias que, de ambas partes, procuran debilitarse mutuamente. 

Es evidente que Victoria Villarruel se resiste, por ahora, a la unidad política indivisible que integran Javier y Karina Milei. La vicepresidenta marca diferencias con la secretaria general de la Presidencia pero se mantiene encuadrada bajo la jefatura del Presidente.

Por su parte, Karina Milei, a quién su propio hermano distingue como “El Jefe”, ha logrado espacios de poder impensados, logrando hoy tener injerencia no solo en el staff gubernamental, sino en el manejo de las “cajas” más solventes que tiene el gobierno libertario.

La fractura política entre Milei y Villarruel tuvo además su primer blanqueo público ayer a través de Manuel Adorni cuando el vocero presidencial admitió que el Presidente y su vice no se hablan.

Es evidente que Karina Milei muestra tener aspiraciones de alzarse con el poder público, que hoy si bien lo ejerce, es a través de su hermano el presidente Javier Milei, quien figura como fundador del espacio La Libertad Avanza y sostiene su hegemonía en la formación economicista cuyo objetivo es consagrar un liderazgo mundial y convertirse en estadista que reconozca el mundo liberal como el factotum de un cambio.

Esta estructura que aparece interiormente muy débil, al no tener respaldo en provincias y ausencias en áreas como el Poder Legislativo, ha provocado la necesidad de negociar y conceder para mantener sus propósitos, objetivos que se ha fijado Karina Milei, habiendo iniciado la conformación de una base nacional.

La “guerra” está declarada y si bien el presidente hasta ahora solo ha mostrado ser prescindente de la confrontación, fiel a su hermana, ha relegado a quien es su compañera de fórmula con gestos muy claros de ignorarla y aceptar como válidas todas las acciones de Karina, tal como hizo en el reciente entredicho con expresiones que pudieron haber molestado al presidente francés Emanuel Macron.

Estas cuestiones son propias de un gobierno que, más allá de estar ocupando el comando del país, padece de una notoria debilidad institucional, atento a que solo puede hacer valer su fuerza a través de acuerdos con opositores dialoguistas, dada la ausencia de una fuerza propia.

Estamos en las puertas de nuevas tensiones internas y no sólo de La Libertad Avanza, también del PRO con Mauricio Macri a la cabeza que quiere tener injerencia y un radicalismo desdibujado que no acierta con sus estrategias y ahora piensa cómo unirse con sectores de un peronismo desgranado que no encuentra conductor.

Un “juego riesgoso”. Poco para ganar y mucho para perder. 
 

Escriba su comentario

Tu email no sera publicado.