Las expectativas emergentes de un sentimiento de esperanza, con el cual se “regodean” numerosos analistas y periodistas que responden al lineamiento político del libertario, no son suficientes ni alcanzan para revertir los efectos que estas situaciones provocarán a futuro.

Podrán surgir las explicaciones que respondan a las estrategias de mantener a la ciudadanía mirando el fondo del túnel, donde pocos ven la luz, que sería un claro indicador que avanzamos hacia la recuperación.

Nada de estos mecanismos puede servir para tapar o disimular que la sociedad se está destruyendo y aquellos que son impactados por las nuevas medidas, tienen escasas posibilidades de alcanzar algún nivel de recuperación.

Son familias numerosas cuyos hijos, aún en edad escolar, comen una sola vez o no comen. Han abandonado la escuela y deambulan por los basurales y depósitos de residuos en procura de encontrar alimentos y algo que les pueda ser útil, mostrando lo más extremo de la pobreza e indigencia.

Las últimas informaciones y estadísticas nos señalan que vamos de mal en peor. Se ha comenzado a notar en todos los ámbitos, productivos, industriales, comerciales, pequeñas Pymes y recientemente el aviso de los frigoríficos, que han comenzado el achique, bajando costos, siendo el que más incide el laboral. Esto señala que es al primero que apuntan.

Podrán darse a conocer números y/o ecuaciones de orden económico-financiero, dando parámetros de la macro economía y algunos indicios de la micro economía, que según el relato marcan que la caída se revierte y si bien es muy lenta la recuperación es el camino iniciado. Nada de esto se ve.

Suena bien y genera alegría al presidente Milei y a su ministro de economía Luis “Toto” Caputo y su equipo, pero los resultados reales, los que se palpan a diario en la calle, señalan lo opuesto.

A esos datos que suenan auspiciosos y en las presentaciones del presidente aplauden como logros que se perciben, el país esta mostrando una decadencia que debería preocupar. <EM>Entendiendo que lo que se está realizando, muestra déficit cero, superávit fiscal, pero mucha gente está lejos de alcanzar la canasta alimenticia. Se supone, por lo menos, incongruente.

Los efectos de las medidas económicas de ajuste de la gestión Milei continúan acentuándose en la provincia de La Pampa: el índice de desocupación en el conglomerado Santa Rosa - Toay fue del 7,8% en el segundo trimestre del corriente año, de acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

El desempleo en el territorio pampeano aumentó levemente respecto al del trimestre anterior (enero-febrero-marzo), que se ubicó en 7,4%. Además tuvo un crecimiento interanual de 1,9 puntos porcentuales, ya que en el mismo trimestre del 2023 el Indec midió un desempleo del 5,9%.

Sebastián Lastiri, Director Ejecutivo de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior de La Pampa (I-COMEX) manifestó: “Estamos preocupados y ocupados por los más de 2.800 puestos de trabajo que genera la industria frigorífica en La Pampa, advirtiendo que, si la situación macroeconómica no mejora, será difícil mantener los niveles actuales de empleo”.

La realidad se impone sobre un relato que suena lindo para un sector muy reducido de la sociedad, que tiene espaldas para soportar el ajuste. Pero hay un resto segmentado donde aparecen los que recortaron sus ingresos para poder llegar a fin de mes con lo esencial. Otros directamente no llegan y están los deshauciados que transitan por la marginalidad, llegando al delito y siendo captados por el narcotráfico, únicos medios que les permiten recursos.

Se registran, en el listado de Milei-Sturzenegger, no menos de 10 empresas de primer nivel que serán lanzadas al mercado del mejor postor. No solo es convenir las prestaciones de los servicios aéreos para combatir los efectos de las movilizaciones de aeronavegantes y gremios vinculados, sino encontrar grupos inversores interesados en -fundamentalmente -empresas de servicio.Ya estarían dispuestos los pliegos para privatizar los peajes y automatizarlos, prescindiendo de muchos trabajadores.

Mientras Javier Milei busca escenarios distractivos, siguen aplicándose los planes regulatorios y transformación del Estado. Pero ya ha comenzado a vislumbrarse la reacción de quienes venían “esperanzados” y hoy ven que están en la lista de los que se caen.

La reacción del Papa Francisco, con una crítica directa e ironías sobre actitudes del gobierno libertario, llegan a la sociedad y son inocuas las “críticas” que funcionarios del Estado, caso vocero-presidencial, con jerarquía de ministro, Manuel Adorni, y del Jefe de la Ciudad Jorge Macri, procuran desvirtuarlas.

El clima político no es el mejor. Ha comenzado a disminuir la certeza e irrumpe la incertidumbre por el futuro. Para esto no es necesario verla, porque la mayoría de los argentinos la está viviendo.