En el día de su cumpleaños y en una escena que suele repetir después de las reuniones de Gabinete, el presidente Javier Milei salió al balcón de la Casa Rosada para saludar a un grupo de personas que estaba cerca de las rejas de la sede del Gobierno. Pero, esta vez, tuvo que interrumpir ese momento de manera abrupta cuando decenas de estudiantes que tenían una clase pública en la Plaza de Mayo comenzarlo a insultarlo.

Milei salió al balcón secundado por buena parte de sus ministros. Junto al libertario estaban el vocero Manuel Adorni; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; y el de Desregulación, Federico Sturzenegger. 

Los estudiantes al verlo comenzaron a gritarle: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”. Llegaron hasta la valla que los separaba de las rejas, y le siguieron otros insultos.

Desde las 10 a las 18, se planificó una jornada de más de 100 clases públicas en la icónica plaza del centro porteño, en conjunto con estudiantes y activistas de las distintas facultades de la UBA. Esa actividad confluyó con la “Marcha Blanca” de trabajadores de la salud que dependen de hospitales públicos nacionales, que permanecen en conflicto por despidos, ajustes y en reclamo de un aumento salarial.

El eje de la convocatoria fue la recomposición salarial tanto para educación como para salud y la “lucha contra el desfinanciamiento por parte del gobierno de Javier Milei”. 

La movilización estuvo motorizada por los gremios y personal de salud del Hospital de Pediatría Garrahan y del Hospital Nacional de Salud Mental “Laura Bonaparte”. La semana pasada, en el primer nosocomio los trabajadores ya habían realizado una huelga de 48 horas en reclamo de recomposición salarial.

La mañana tuvo varios, inusuales eventos, uno concatenado con el otro, que tuvieron al personal de la Casa de Gobierno en alerta durante horas: bien temprano, Milei recibió un saludo a los granaderos; más tarde, encabezó la reunión de la mesa chica, como todos los martes, en su despacho en el primer piso del Palacio. Después inició la reunión de Gabinete, que se hace los jueves pero se adelantó para hoy sin previo aviso, para unirla con el festejo del cumpleaños, que incluyó sandwiches y gaseosas para todos.

Mientras tanto, por el ingreso de Balcarce 50, debajo del mismo balcón, entraban poco a poco los 50 invitados al brindis, y eran recibidos por un oficial de ceremonial que revisaba la lista con cuidado antes de que fueran escoltados hacia el interior de la Casa Rosada.

Ese momento incómodo contrastó con lo que había sido el inicio de la jornada para el Presidente. Es que al llegar a la Casa Rosada, Milei fue recibido por la Fanfarria Alto Perú del Regimiento de Granaderos a Caballo, que tocó el feliz cumpleaños para el mandatario. Además, le obsequiaron un sombrero de granadero dentro de una caja de acrílico. Y provocaron la emoción del Presidente: “No lo merezco”, alcanzó a decir Milei, acongojado. El libertario se llevó una mano a la cara para secarse las lágrimas. 
“No solo nos sentimos distinguidos sino queridos por nuestro Presidente”, dijo el granadero que lo saludó. “Es así”, contestó Milei.