Una pregunta que se está realizando gran parte de la ciudadanía, que entiende que hoy se ha afectado el futuro de las nuevas generaciones.
El haber ratificado el veto del presidente Javier Milei, que dijo no al financiamiento de las universidades, vuelve a plantear la intransigencia del titular del ejecutivo que únicamente contempla sus dos objetivos: déficit cero y superávit fiscal.
En ese marco se está pergeñando una política de ajuste, restricciones de partidas. Hace escaso días fue a Jubilados, hoy a universidades, cuyos proyectos económicos contemplan que el Estado concurra presupuestariamente, situación que es sistemáticamente negada por el equipo libertario.
Hoy nadie puede predecir el accionar de mañana, cuando -en este caso- universidades analicen cómo será su funcionamiento sin contar con un adecuado financiamiento que les permita continuar con el desarrollo de todas sus actividades.
Se está hablando de eliminación de becas, especialidades, entre muchas otras restricciones que impone un achicamiento de sus posibilidades presupuestarias, resultando un factor trascendente y que ha quedado en la nebulosa el tema salarial de la docencia universitaria.
El equipo libertario considera este blindaje legislativo, prestado fundamentalmente por el aporte del voto del PRO tras el acuerdo sellado con Mauricio Macri y un sector del radicalismo, como una nueva victoria que le adjudican a Javier Milei, por mantener la firme decisión de no negociar, acordar, para evitar confrontaciones de sectores de la sociedad que se volvió a sentir vulnerada.
El tema preocupante es el posicionamiento universitario tras la ratificación del veto de Milei: los gremios docentes ya anunciaron para hoy un paro total en todas las universidades.
La medida fue informada a través de un comunicado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, el cual llamó a consolidar del plan de lucha en defensa del salario y el presupuesto para las casas de altos estudios.
A estas manifestaciones que se traducirán en marchas y actividades tendientes a lograr se tengan en cuenta los reclamos y se avengan autoridades educacionales del gobierno sentarse a una mesa de negociación para darle continuidad a todo el andamiaje que comprende la estructura universitaria.
La mecha sigue encendida y aumenta su intensidad en la medida que la acción del gobierno libertario mantenga empecinadamente su planificación de regulación, achicamiento, reformulación del Estado y privatizaciones, sin contemplar los daños colaterales que se producen.
Esta semana concluirá con manifestaciones, paros y los anuncios de nuevas medidas regulatorias que serán anunciadas en los próximos días.
El presidente Javier Milei realizó definiciones económicas importantes durante un discurso pronunciado ante empresarios de la Asamblea Plenaria CEAL, planteando: “No hay nada más aberrante que hablar del concepto de cobrarle más a las ganancias extraordinarias”. Agregó: “No hay nada más aberrante que cobrarle más impuestos a quienes tienen mayores ingresos”. Es la más clara manifestación del “libre mercado”.
En otro aspecto de la exposición presidencial, el mandatario propuso salir de la mediocridad y prometió potenciar a la Argentina a niveles de vida similares a Australia, Nueva Zelanda, Italia, España, Estados Unidos, e Irlanda. “Ese es nuestro destino si logramos respetar algunos preceptos básicos de la economía como el equilibrio fiscal, la estabilidad monetaria, donde la inflación será tan solo un mal recuerdo, y crean que lo voy a lograr”. Lamentablemente no se pregunta a qué costo.
Es evidente, y así queda reflejado en las distintas exposiciones que realiza el presidente liberal-anarcocapitalista Javier Milei, que mantiene las premisas de achicar el Estado, hacer desaparecer todo aquello que resulte un peso para el presupuesto gubernamental y que ponga en riesgo el déficit cero y el superávit fiscal, los dos paradigmas que sustentan su gobierno.
Lo ocurrido ayer en Diputados, frente al veto presidencial, es una muestra que su gestión no tiene un límite preciso y aquello que ayer denostaba y criticaba, a los que acusaba de degenerados fiscales, hoy le sirven y los utiliza para mostrar una carta de triunfo que puede llegar a cercenar el derecho a tener un futuro a muchos jóvenes argentinos.
En su metodología de gobierno todo vale, siempre y cuando responda positivamente a sus objetivos.
El gran interrogante es, si estas situaciones se siguen agudizando, ¿hasta donde podrá estirarse la cuerda social?
¿Cuándo se pone fin al período de bonanza ciudadana?
Sería importante que se lo preguntaran.
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