JUEVES 26 de Diciembre de 2024
 
 
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“Mucho ruido y pocas nueces...”

En ocasiones diversas se concede mucha importancia a algo que no la tiene y recorremos un camino plagado de interrogantes, preguntas y respuestas que finalmente nos lleva a un camino sin final.

El titular de la Jefatura de Gabinete, Guillermo Francos, volvió a demostrar que es un avezado político, con sutilezas y fortalezas cuando la ocasión lo exige, tal es caso de la extensisima presencia que tuvo en Diputados respondiendo a casi 3000 interrogantes que con antelación los legisladores le habían hecho llegar. 

Tal como se puede llegar a suponer, la preguntas fueron distribuidas, en su oportunidad, a las áreas específicas a los efectos de concretar los enfoques técnicos y brindarle al titular de la Jefatura de Gabinete los argumentos necesarios para responder.

Hubo chicanas, además de las preguntas escritas y en todas las oportunidad tuvo solvencia y categoricidad en contestaciones que -en algunos casos- solo procuraban sacarlo de eje y lograr desestabilizarlo. El esfuerzo fue inútil, la claridad de concepto, las formas aplicadas para cada uno de los interrogantes dudosos, estuvo a la altura del nivel político que ha venido demostrando el funcionario.

No obstante ser este examen que los legisladores le toman a determinados personajes del staff ministerial constituyen una práctica habitual normatizada y institucionalizada, los resultados nos permiten señalar que no alcanzan a repercutir en las acciones que realiza el Poder Ejecutivo.

Esta correcto el control. Es pertinente que los legisladores puedan indagar, consultar, cuestionar en busca de respuestas para casos complejos que maneja el gobierno, como en este caso el veto presidencial a la nueva fórmula para jubilados, pero hasta ahí llega y no revierte el proceso realizado, aunque -como en este caso- los resultados sean negativos para el bolsillo del jubilado.

Mientras esto ocurría en uno de los ámbitos del Congreso, Cámara de Diputados, en el recinto del Senado se establecía una fuerte controversia ante el tema del veto presidencial y la negociación que se establecía para lograr los votos necesarios que impidieran pudiera concretarse el mismo.

Varios frentes son los que afronta el presidente libertario Javier Milei y en la mayoría -hasta ahora- los pronósticos no lo favorecen. Las fuerzas legislativas que integran la Cámara Alta, están mostrando fortaleza ante los embates del oficialismo y no solo van contra el veto, sino buscar hacer caer el DNU y debilitar las últimas decisiones presidenciales, en especial las que tienen relación con la economía y lo laboral.

Mientras esto sucede dentro del Congreso, afuera las fuerzas policiales en cumplimiento de la ley antipiquetes, avanzaron contra la marcha de los jubilados que protestaban por el veto y como siempre hubo forcejeos, empujones, insultos, contra quienes están defendiendo sus ingresos que hoy son magros y no les permiten acceder a la canasta básica alimentaria.

Es uno de los frecuentes escenarios que se perciben cuando hay manifestaciones que, como en esta oportunidad, estaba integrada por numerosas personas ancianas que solo pretendían manifestar que no estaban de acuerdo con lo firmado por el presidente Milei.

La reacción policial y de gendarmería no estuvo a la altura de la situación, atento a que no se prestaba ni para gas pimienta, empujones y el uso de bastones y escudos para impedir que llegaran hasta el edificio del Congreso.

Todos los excesos son incorrectos, tanto los que cometen los “piquetes” que tienen otros orígenes, como las medidas excesivas de las fuerzas de seguridad que manejan el área de seguridad de CABA y el Ministerio de Seguridad de Nación.

Hay protocolos que deben consignar las formas en que deben operar, cuando aquello que tienen enfrente no representan riesgos de ninguna naturaleza. Acá no vale la consigna: “La ley antipiquetes es pareja para todos”. 

De todas formas lo sobresaliente dejó de ser la presencia de Guillermo Francos, contestando en Diputados, sino la represión a jubilados. La pregunta es:¿Vale la pena?, ¿Se justifica?. Es de suponer que en horas saldrá la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich a dar explicaciones y pretender justificar un accionar inapropiado.

Pero es parte del “gran circo”. Mientras estas funciones continúan se siguen produciendo cosas trascendentes y tomando medidas que pasan desapercibidas y son realmente las que tienen incidencia en la sociedad.

Una semana más que termina sin “gloria y con mucha pena”. El país agitado, convulsionado en sectores que no ven oportunidades a futuro.

La estructura del oficialismo es una bomba de tiempo, donde la interna está desgastando las bases de un gobierno liberal-anarcocapitalista, que -hasta ahora- no encuentra un rumbo positivo.

Como dicen algunos hay que tener paciencia... ¿Se podrá saber cuanta?.
 

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