JUEVES 26 de Diciembre de 2024
 
 
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¿Podrán fijarle límites a Milei?

Estamos pensando en si, entre las herramientas que está manejando el sector opositor, tendrá las que disponen un techo a las decisiones del presidente Milei.

Todo parecería muy lejano de concretarse, más allá que sería razonable existieran canales de acuerdos y negociación que permitieran que, quienes opinan diferente, tengan oportunidad de fundar los ¿Porqués? y de allí se puedan lograr las mejores opciones para toda la sociedad.

No sería cercenar la posibilidad de gobernar, por lo menos pensando con buena fe, sino de que se puedan instrumentar las políticas más acertadas para ir dando solución a los múltiples quebrantos que muestra la Argentina.

Lo lamentable es que están tan preocupados y ocupados en marcar la cancha y hacer sentir quién tiene el poder, que se olvidan que detrás de sus determinaciones, enfrentamientos que no tienen pausa, hay gente que la está pasando mal y que no percibe posibilidades de superar este estado decadente.

Naturalmente hay quienes sufren las contingencias del ajuste, las regulaciones, privatizaciones, concesiones, cierres y eliminación de áreas del Estado, pero van reacomodando sus economías a las restricciones a las que hoy se ven sometidos.

Pero hay quienes tienen vedado el acceso a reacomodarse y si es necesario comenzar de nuevo. Varios factores inciden en un sector de la sociedad donde las fronteras están fijadas por la edad, ya no son útiles para recomenzar y tienen vedado el ingreso la plataforma laboral.

Las nuevas tecnologías incorporadas, ahora sumando los efectos de la AI, que está reemplazando la mano de obra humana, son barreras muy difíciles de franquear para quienes vienen postergados como generaciones en “desuso” desde hace varias décadas. Son quienes pueblan basurales, se acostumbraron a pedir “algo de comer” o alguna ayuda económica.

Son las víctimas de fracasos y utilización humana de los últimos 40 años.

Javier Milei se muestra como la solución, porque proclama el cambio como el paradigma de la nueva argentina. Señala el efecto del liberalismo ideológico que se transmite a la vida diaria y a sus consecuencias laborales como el objetivo que se persigue.

Desestimar la “paternidad” del Estado y entender que su función es fiscalizadora, pero no intervencionista, es toda una epopeya. La liberación del mercado procurando el logro de la libre competencia y con ello facilitando el crecimiento basado en mejorar la producción, logrando menores costos; privilegiando la oferta a la demanda. Son la parte medular del plan de Milei.

Según Adam Smith: “En La riqueza de las naciones, Smith asume, en general, que la demanda es relativamente fija en el plazo corto y mediano (dependiendo últimamente de la cantidad de personas), y que, consecuentemente, es únicamente la oferta la que hace que el precio suba o baje”.

En realidad cuando la producción supera a la compra requiere, para no perder, acomodar los precios que resulten accesibles y es donde se establece la sana competencia por obtener un mercado comprador.

Esto es parte del andamiaje de normas que el plan de regulación y transformación del Estado, basado en el trabajo de Federico Sturzenegger, está aplicando el presidente Javier Milei. Procura establecer las nuevas reglas de convivencia ciudadana con extrema dureza, marcando decisiones únicas sin admitir opiniones en contrario.

La consigna “Es esto o nada”. Expresa sintéticamente su manera de obrar.

Quienes conforman otros sectores políticos, muchos provenientes de la política tradicional, donde todo formaba parte de una negociación, siendo el objetivo pendular mejorar la situación ciudadana, observan que la “avalancha mileista” se los lleva puestos y han salido a procurar marcarle fronteras.

La realidad indica que la “vieja política” está siendo superada en un mundo donde se están reflejando los efectos de sociedades cuyas nuevas generaciones las están llevando por otras formas de ver el futuro. Anclados en lo tecnológico fundamentalmente y en la transformación categórica de una forma de pensar, moderna, ajustada a los nuevos ordenamientos sociales.

Estos nuevos paradigmas nos muestran, entonces, la diversidad de las formas de conocer de una época y cada uno de ellos constituye un modo común fuera del cual no es posible conocer.

Javier Milei, tal vez Karina Milei y seguro Santiago Caputo, con distintas formas de operar han orientado sus bases ideológicas en la consustanciación de lo que piensan: el liberalismo, con la aplicación concreta de reformas, en anarcocapitalismo.

Ante este escenario cerrado, están los que mandan: “El triángulo de hierro”, los que sirven como equipo, el staff gubernamental, donde nadie es imprescindible y enfrente los colaboracionistas que hoy pretenden compartir el poder, por caso Mauricio Macri que procura forzar decisiones con su fuerza legislativa.

Enfrente, irreconciliables enemigos. Un sector gastado por los fracasos, que llevan como “mochila” ser gestores a través de la vieja política de irrecuperables índices de pobreza en indigencia.

En razón de estas realidades, no alcanzamos a establecer cómo limitarán el accionar del presidente libertario.

Hoy el presente nos indica que resulta un esfuerzo inconducente. Y eso Javier Milei lo sabe.

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