JUEVES 26 de Diciembre de 2024
 
 
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Uso de pirotecnia 

¿Y si Papá Noel regala empatía?

La Navidad, como también el Año Nuevo, están asociados al festejo, a la diversión, a la reunión familiar. En suma, a momentos agradables y de disfrute. Sin embargo, y aún cuando en los últimos años la tendencia fue decreciendo, también son días en los que el uso de la pirotecnia troca eso momentos por verdaderas odiseas.

Así lo describió Valeria Drake, integrante de la asociación “Planeta Neurodiverso”, que trabaja con personas con trastornos como el autismo o el síndrome de Asperger. “Las personas con sensibilidad auditiva, el aspectro autista o hipersensibilidad sensorial viven el tema con mucho dolor”, contó.

Pese a los intentos de concientización sobre el tema, las tareas de prevención y los pedidos de “empatía”, el problema sigue llegando cada Navidad tanto como “Papá Noel” y los regalos. “En la provincia hay una ley que prohíbe la comercialización y el uso de la pirotecnia, pero el tema son los controles y la venta ilegal que se hace por Internet, que no está regulada”, lamentó.

Por eso hizo un nuevo llamado a que la empatía deje de ser una palabra para convertirse en una acción. “La verdad es que más que nada se necesita de la empatía de la gente para no usarla, porque son muchos los factores que tienen a combinarse para que suceda lo otro”, narró.

Como resulta lógico, el fenómeno no tiene anuncios o “previa”, a diferencia de los festejos. Por eso, hasta que la Navidad o el Año Nuevo comienzan, la preocupación de las familias que diariamente conviven con personas afectadas va de la mano con los deseos de bienestar y felicidad que son parte de dichas celebraciones.

“No tenemos quejas antes por su uso, pero siempre llegan más cerca de las fechas, y fundamentalmente de los barrios más alejados del centro, lo que tiene que ver con que mucha gente elige festejar en las afueras”, aseguró. Es decir, no porque no se usen.

Por si quedaran dudas, advirtió que “las personas que tienen sensibilidad auditiva, aspectro autista o hipersensibilidad sensorial viven el tema con mucho dolor, muchísima angustia. Pueden tener hasta ataques epilépticos, de pánico o ansiedad”.

Naturalmente y no es consuelo, por supuesto, “eso afecta a toda la familia. Siempre decimos que mientas nosotros festejamos hay muchas familias que están encerradas en los baños de sus casas tratando de contener a sus hijos que están en crisis por una cuestión que es totalmente evitable”.

Si bien con el correr de los años, y posiblemente de la mano de las urgencias económicas, el uso de fuegos de artificios y similares fue decreciendo, Drake apuntó que “falta mucho. Sobre todo si uno se relaja. Por eso en estas fechas recrudecen los reclamos”, que llegan especialmente a la policía.

Frente a esto, aconsejó “siempre anticiparse. Si se convive con alguna persona con estos trastornos, lo mismo que con animales, que sufren mucho, y saben que puede llegar a ocurrir, que hagan todo lo posible para mitigar lo que se pueda esos eventos” a través, por ejemplo, del uso de protectores auditivos.

Con todo, está claro que la solución es otra. “Es muy injusto que en un momento durante el que todos están festejando haya gente que tenga que estar preparada como para ir a la guerra. Nosotros supimos de casos de gente que tuvo que poner hasta colchones en sus puertas”, contó.

Un buen regalo, entonces, para esta Navidad, sería justamente la empatía.

Agencia Santa Rosa

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